Hoy tenemos la oportunidad de escuchar a Natalie Kuhn, una creadora, mentora y defensora del bienestar integral, cuya misión es ayudar a las personas a reconectar con su esencia y transformar sus vidas desde adentro hacia afuera. Fundadora de Make The Sun, una iniciativa inspirada en su propia búsqueda de esperanza durante la pandemia de 2020, Natalie se ha dedicado a integrar prácticas de mindfulness, movimiento y autocompasión en su vida y en la de quienes la rodean. Con un enfoque holístico del bienestar que va más allá de la salud física, cree firmemente que el verdadero cuidado comienza con la atención plena y la conciencia corporal. A través de su trabajo, Kuhn invita a las personas a abrazar lo desconocido, romper viejos patrones y, sobre todo, vivir con presencia y autenticidad. Su enfoque no solo es un camino hacia el bienestar, sino una práctica activa de sanación y reconexión con el mundo y con uno mismo.
Natalie, ¿qué te inspiró a fundar “Make the Sun” y cómo ha evolucionado tu visión desde su inicio?
La idea de Make The Sun nació en medio del confinamiento de 2020, en un momento de incertidumbre profunda, mientras vivía en Brooklyn cerca del epicentro de la pandemia. Con mi padre enfrentando la crisis en primera línea, buscaba desesperadamente una forma de reconectar con la esperanza. Comencé a escribir mensajes poéticos en nuestras ventanas, como una manera de darle un nuevo enfoque a la situación. Uno de los primeros decía: “tú haces el sol”, recordándonos que, aunque no podíamos controlar el caos, sí podíamos elegir cómo responder. Esto evolucionó en la creación de espejos de bolsillo, y así nació Make The Sun.
En tu experiencia, ¿cuál crees que es el mayor obstáculo al que nos enfrentamos cuando se trata de construir la vida que deseamos?
El mayor obstáculo es nuestra tendencia a aferrarnos a lo que conocemos, por muy insatisfactorio que sea. Este sesgo hacia lo familiar está profundamente arraigado en la biología del cerebro, específicamente en los ganglios basales, que prefieren patrones establecidos a la incertidumbre. Este miedo al cambio nos mantiene atrapados en viejos hábitos. La clave para superar esto es integrar lo desconocido de manera gradual y compasiva, cultivando paciencia y permitiéndonos salir de nuestra zona de confort para crear un futuro que realmente deseemos.
¿Qué papel juega el movimiento y la conciencia corporal en tu enfoque del bienestar?
El movimiento y la conciencia corporal son esenciales en mi enfoque del bienestar porque nos permiten procesar y liberar las emociones que, si no se manejan, pueden desestabilizarnos. El bienestar no se trata solo de la salud física, sino de nuestra capacidad para estar presentes con las emociones y vivir de manera resiliente. La resistencia a nuestras emociones crea sufrimiento, pero al conectar con el cuerpo y permitir que las sensaciones fluyan, podemos transitar las emociones sin quedarnos atrapados en ellas. El movimiento—ya sea a través de la danza, el temblor o la respiración—nos reconecta con nuestra humanidad y facilita una verdadera sanación.
¿Qué impacto has observado en las personas que integran la atención plena y el movimiento en su vida diaria, tanto física como emocionalmente?
Las personas que incorporan el mindfulness y el movimiento experimentan una reconexión profunda con su humanidad. En un mundo saturado por la tecnología y la constante estimulación, estas prácticas nos ayudan a ser más conscientes de nuestras emociones y cuerpos, reduciendo la tensión física y aumentando la vitalidad. Emocionalmente, desarrollan mayor resiliencia y compasión, tanto hacia sí mismos como hacia los demás. Al integrar ambas prácticas, las personas aprenden a habitar su ser completo, creando un sentido de totalidad que transforma su experiencia de vida.
¿Cuál es tu enfoque personal para equilibrar la vida profesional y el bienestar personal?
El secreto para una vida equilibrada radica en establecer límites claros. Al principio, pensaba que tener mi propio negocio me daría la libertad de equilibrar trabajo y vida personal, pero pronto me di cuenta de que, al ser mi trabajo mi misión de vida, las líneas se difuminan rápidamente. He aprendido que decir “no” cuando es necesario, “sí” cuando realmente lo quiero, y “no sé” cuando no tengo una respuesta clara es esencial para la sostenibilidad. Los límites no son una forma de control, sino una manera de honrar mi bienestar, lo que a su vez mejora mi trabajo, mis relaciones y mi salud.
El autocuidado a menudo se malinterpreta como algo superficial. ¿Cómo podemos profundizar esta práctica para verdaderamente nutrir nuestra mente, cuerpo y alma?
El autocuidado no debería reducirse a una rutina de indulgencias superficiales, sino que debe ser considerado como “cuidado de la atención”. En la actualidad, nuestra atención está constantemente en disputa, capturada por las redes sociales, las noticias y nuestras propias emociones desbordadas. El verdadero autocuidado consiste en interrumpir estos ciclos de distracción y reflexionar sobre lo que estamos alimentando con nuestra atención. Se trata de un trabajo espiritual, de ser plenamente conscientes de cómo nos relacionamos con nosotros mismos, con los demás y con el mundo. Cuidar nuestra atención y espíritu nos permite recordar nuestra interconexión y la riqueza de la vida.
Como experta en mindfulness, ¿cómo manejas el estrés y la ansiedad en tu propia vida y qué consejo le darías a aquellos que luchan con esas emociones?
Cuando siento que mis emociones se intensifican, hago una “pausa sagrada”: un momento para respirar profundamente y crear espacio entre mi reacción y el estímulo. Esto me permite darme cuenta de que, muchas veces, las emociones abrumadoras están ligadas a experiencias pasadas, no al presente. Al estar presente, el pasado pierde su poder. Mi consejo es que, ante el estrés o la ansiedad, tomemos un momento para no reaccionar de inmediato. Incluso unas respiraciones profundas pueden ayudarnos a responder desde un lugar de calma y claridad. La presencia es el primer paso hacia la sanación.
Finalmente, si pudieras darle un consejo a tu yo más joven, ¿qué le dirías sobre la importancia del bienestar y la autocompasión?
Le diría a mi yo más joven que la felicidad de los demás no es tu responsabilidad. Te vas a equivocar, a romper corazones y a cometer errores, y eso está bien. Es parte del proceso de crecer, aprender y evolucionar. La vida no es sobre jugar a lo seguro, sino sobre vivir con intensidad, ser fiel a ti misma y permitirte disfrutar del viaje. La autocompasión es la clave para abrazar todo lo que eres, y a través de ella, encontrarás la fuerza para ser verdaderamente libre.
Hoy tenemos la oportunidad de escuchar a Natalie Kuhn, una creadora, mentora y defensora del bienestar integral, cuya misión es ayudar a las personas a reconectar con su esencia y transformar sus vidas desde adentro hacia afuera. Fundadora de Make The Sun, una iniciativa inspirada en su propia búsqueda de esperanza durante la pandemia de 2020, Natalie se ha dedicado a integrar prácticas de mindfulness, movimiento y autocompasión en su vida y en la de quienes la rodean. Con un enfoque holístico del bienestar que va más allá de la salud física, cree firmemente que el verdadero cuidado comienza con la atención plena y la conciencia corporal. A través de su trabajo, Kuhn invita a las personas a abrazar lo desconocido, romper viejos patrones y, sobre todo, vivir con presencia y autenticidad. Su enfoque no solo es un camino hacia el bienestar, sino una práctica activa de sanación y reconexión con el mundo y con uno mismo.
Natalie, ¿qué te inspiró a fundar “Make the Sun” y cómo ha evolucionado tu visión desde su inicio?
La idea de Make The Sun nació en medio del confinamiento de 2020, en un momento de incertidumbre profunda, mientras vivía en Brooklyn cerca del epicentro de la pandemia. Con mi padre enfrentando la crisis en primera línea, buscaba desesperadamente una forma de reconectar con la esperanza. Comencé a escribir mensajes poéticos en nuestras ventanas, como una manera de darle un nuevo enfoque a la situación. Uno de los primeros decía: “tú haces el sol”, recordándonos que, aunque no podíamos controlar el caos, sí podíamos elegir cómo responder. Esto evolucionó en la creación de espejos de bolsillo, y así nació Make The Sun.
En tu experiencia, ¿cuál crees que es el mayor obstáculo al que nos enfrentamos cuando se trata de construir la vida que deseamos?
El mayor obstáculo es nuestra tendencia a aferrarnos a lo que conocemos, por muy insatisfactorio que sea. Este sesgo hacia lo familiar está profundamente arraigado en la biología del cerebro, específicamente en los ganglios basales, que prefieren patrones establecidos a la incertidumbre. Este miedo al cambio nos mantiene atrapados en viejos hábitos. La clave para superar esto es integrar lo desconocido de manera gradual y compasiva, cultivando paciencia y permitiéndonos salir de nuestra zona de confort para crear un futuro que realmente deseemos.
¿Qué papel juega el movimiento y la conciencia corporal en tu enfoque del bienestar?
El movimiento y la conciencia corporal son esenciales en mi enfoque del bienestar porque nos permiten procesar y liberar las emociones que, si no se manejan, pueden desestabilizarnos. El bienestar no se trata solo de la salud física, sino de nuestra capacidad para estar presentes con las emociones y vivir de manera resiliente. La resistencia a nuestras emociones crea sufrimiento, pero al conectar con el cuerpo y permitir que las sensaciones fluyan, podemos transitar las emociones sin quedarnos atrapados en ellas. El movimiento—ya sea a través de la danza, el temblor o la respiración—nos reconecta con nuestra humanidad y facilita una verdadera sanación.
¿Qué impacto has observado en las personas que integran la atención plena y el movimiento en su vida diaria, tanto física como emocionalmente?
Las personas que incorporan el mindfulness y el movimiento experimentan una reconexión profunda con su humanidad. En un mundo saturado por la tecnología y la constante estimulación, estas prácticas nos ayudan a ser más conscientes de nuestras emociones y cuerpos, reduciendo la tensión física y aumentando la vitalidad. Emocionalmente, desarrollan mayor resiliencia y compasión, tanto hacia sí mismos como hacia los demás. Al integrar ambas prácticas, las personas aprenden a habitar su ser completo, creando un sentido de totalidad que transforma su experiencia de vida.
¿Cuál es tu enfoque personal para equilibrar la vida profesional y el bienestar personal?
El secreto para una vida equilibrada radica en establecer límites claros. Al principio, pensaba que tener mi propio negocio me daría la libertad de equilibrar trabajo y vida personal, pero pronto me di cuenta de que, al ser mi trabajo mi misión de vida, las líneas se difuminan rápidamente. He aprendido que decir “no” cuando es necesario, “sí” cuando realmente lo quiero, y “no sé” cuando no tengo una respuesta clara es esencial para la sostenibilidad. Los límites no son una forma de control, sino una manera de honrar mi bienestar, lo que a su vez mejora mi trabajo, mis relaciones y mi salud.
El autocuidado a menudo se malinterpreta como algo superficial. ¿Cómo podemos profundizar esta práctica para verdaderamente nutrir nuestra mente, cuerpo y alma?
El autocuidado no debería reducirse a una rutina de indulgencias superficiales, sino que debe ser considerado como “cuidado de la atención”. En la actualidad, nuestra atención está constantemente en disputa, capturada por las redes sociales, las noticias y nuestras propias emociones desbordadas. El verdadero autocuidado consiste en interrumpir estos ciclos de distracción y reflexionar sobre lo que estamos alimentando con nuestra atención. Se trata de un trabajo espiritual, de ser plenamente conscientes de cómo nos relacionamos con nosotros mismos, con los demás y con el mundo. Cuidar nuestra atención y espíritu nos permite recordar nuestra interconexión y la riqueza de la vida.
Como experta en mindfulness, ¿cómo manejas el estrés y la ansiedad en tu propia vida y qué consejo le darías a aquellos que luchan con esas emociones?
Cuando siento que mis emociones se intensifican, hago una “pausa sagrada”: un momento para respirar profundamente y crear espacio entre mi reacción y el estímulo. Esto me permite darme cuenta de que, muchas veces, las emociones abrumadoras están ligadas a experiencias pasadas, no al presente. Al estar presente, el pasado pierde su poder. Mi consejo es que, ante el estrés o la ansiedad, tomemos un momento para no reaccionar de inmediato. Incluso unas respiraciones profundas pueden ayudarnos a responder desde un lugar de calma y claridad. La presencia es el primer paso hacia la sanación.
Finalmente, si pudieras darle un consejo a tu yo más joven, ¿qué le dirías sobre la importancia del bienestar y la autocompasión?
Le diría a mi yo más joven que la felicidad de los demás no es tu responsabilidad. Te vas a equivocar, a romper corazones y a cometer errores, y eso está bien. Es parte del proceso de crecer, aprender y evolucionar. La vida no es sobre jugar a lo seguro, sino sobre vivir con intensidad, ser fiel a ti misma y permitirte disfrutar del viaje. La autocompasión es la clave para abrazar todo lo que eres, y a través de ella, encontrarás la fuerza para ser verdaderamente libre.