Recesiones económicas, malas gestorías y descontento social son algunas de las razones por las que miles de personas se inclinan por gobiernos dictatoriales, frente a una democracia que les ha quedado a deber
Recientemente, el Instituto V-Dem del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Gothenburg, Suecia, elaboró un informe en el que detalló cómo en los últimos 11 años la democracia mundial ha descendido peldaños como opción política entre el electorado frente a figuras autoritarias, inclinándose por esta clase de líderes –abiertamente demagógicos– cual mejor alternativa ante la incapacidad de los gobiernos emanados de las urnas para dar soluciones a problemas cruciales como empleabilidad, salubridad y acceso a vivienda digna, entre otras demandas.
A su vez, la investigación reveló que el 70 % de la población mundial –más de 5.000 millones de personas– viven en estados dictatoriales, donde la intolerancia a la diversidad y radicalismo religioso, así como la cancelación de garantías individua- les, son una realidad. Por lo cual, el estudio invita a las sociedad global a meditar el impacto que tiene su voto en términos generacionales, ya que al apoyar a figuras autoritarias, su estancia en el poder se prolonga por décadas e inclusive extendiendo su mandato hasta el día de su muerte,dejando casi siempre herederos políticos que continúen con el orden impostado.
Las áreas grises
Y es que de acuerdo al organismo World Forum for Democracy, cuyas cumbres invitan a los mejores académicos y expertos en políticas públicas, aseguran que cuando el peso de las inconformidades influye más que el uso de la razón, tal descontento es el móvil perfecto para que demagogos y otros oportunistas escalen posiciones de autoridad, perjudicando el progreso de los pueblos a corto y largo plazo.
Por ello, figuras como el ex ministro de Noruega Thorbjørn Jagland, actual secretario general del Consejo Europeo, sugieren que los ciudadanos se movilicen de forma pública para obtener cambios reales en temas de su interés como jubilación, acceso a la salud y educación, para que tales “áreas grises” sean atendidas y resueltas por los políticos democráticos. Esto como medida anterior, a que las personas se decanten a considerar “el canto de la sirena” propuesto por los gobiernos de corte unipersonal como una opción.
En la actualidad esta serie de países padecen gobiernos unipersonales:
★ América: Cuba, Nicaragua y Venezuela
★ Europa: Bielorrusia, Rusia y Turquía.
★ AsiaCentral:Azerbaiyán,Tayikistán,Turkmenistán y Uzbekistán
★ Asia: Camboya, Laos, Brunei, China, Bangladesh, Myanmar, Corea del Norte, Tíbet y Vietnam
★ MedioOriente:Afganistán,Irán,Irak,Bahrein, Omán, Qatar, Arabia Saudita, Siria y Emiratos Árabes Unidos
★ África: Argelia, Angola, Burundi, Camerún, República Centroafricana, Chad, República Democrática del Congo, República del Congo, Yibuti, Egipto, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Etiopía, Gabón, Libia, Ruanda, Sáhara Occidental, Yemen, Somalia, Sudán,Sudán del Sur, Swazilandia y Uganda
Las áreas de oportunidad
Ahora bien, cuando ya entendimos que una necesidad no es atendida de inmediato o a mediano plazo, opciones como movilizaciones y foros ciudadanos, entre otros, son excelentes instrumentos para que los habitantes exhibamos a los servidores públicos que han faltado a su palabra, tal y como ha sucedido en lugares como Reino Unido, Francia o Argentina, donde los ciudadanos no temieron expresar su hartazgo para frenar el pobre desempeño de sus dirigentes en diversos ámbitos.
“A nadie le gusta las marchas, seamos sinceros, pero tampoco a nadie le gusta que se le muera un familiar en la clínica pública, por falta de medicamentos o servicios. Así pasa con las revueltas sociales, pueden generar polarización política, así como divisiones dentro de los mismos sistemas gubernamentales, pero de eso se trata. Los regímenes autoritarios no cumplen lo que prometen. En su mayoría son gabinetes formados por advenedizos, que se sirven del poder para sus propios fines, propiciando estancamiento entre sus habitantes, impactando directamente en su cultura, industria y la ralentización económica”, asegura Rodrigo de Morales, catedrático e investigador de la BUAP, quien sugiere que, para impedir el avance de gobiernos autoritarios, la población se involucre activamente en plebiscitos, acuerdos, etcétera, a la par de buscar estar más informados para dificultar el paso a candidatos o milicianos autoritarios al poder.
Por esto, estar al pendiente de temas como migración, reformas públicas y desde luego salir a votar, son algunas de las maneras de contrarrestar la formación de grupos “absolutistas” y fomentar la democracia.
“Cada vez que se afinca un régimen autoritario, es un retroceso para la humanidad por las implicaciones bélicas-económicas que representan a nivel geopolítico”, declaró Staffan Lindenberg, profesor y líder del proyecto V-Dem, para quien –en su opinión– permitir que más naciones admitan mandatos tiránicos es perder la lucha civilizatoria. ★
Recesiones económicas, malas gestorías y descontento social son algunas de las razones por las que miles de personas se inclinan por gobiernos dictatoriales, frente a una democracia que les ha quedado a deber
Recientemente, el Instituto V-Dem del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Gothenburg, Suecia, elaboró un informe en el que detalló cómo en los últimos 11 años la democracia mundial ha descendido peldaños como opción política entre el electorado frente a figuras autoritarias, inclinándose por esta clase de líderes –abiertamente demagógicos– cual mejor alternativa ante la incapacidad de los gobiernos emanados de las urnas para dar soluciones a problemas cruciales como empleabilidad, salubridad y acceso a vivienda digna, entre otras demandas.
A su vez, la investigación reveló que el 70 % de la población mundial –más de 5.000 millones de personas– viven en estados dictatoriales, donde la intolerancia a la diversidad y radicalismo religioso, así como la cancelación de garantías individua- les, son una realidad. Por lo cual, el estudio invita a las sociedad global a meditar el impacto que tiene su voto en términos generacionales, ya que al apoyar a figuras autoritarias, su estancia en el poder se prolonga por décadas e inclusive extendiendo su mandato hasta el día de su muerte,dejando casi siempre herederos políticos que continúen con el orden impostado.
Las áreas grises
Y es que de acuerdo al organismo World Forum for Democracy, cuyas cumbres invitan a los mejores académicos y expertos en políticas públicas, aseguran que cuando el peso de las inconformidades influye más que el uso de la razón, tal descontento es el móvil perfecto para que demagogos y otros oportunistas escalen posiciones de autoridad, perjudicando el progreso de los pueblos a corto y largo plazo.
Por ello, figuras como el ex ministro de Noruega Thorbjørn Jagland, actual secretario general del Consejo Europeo, sugieren que los ciudadanos se movilicen de forma pública para obtener cambios reales en temas de su interés como jubilación, acceso a la salud y educación, para que tales “áreas grises” sean atendidas y resueltas por los políticos democráticos. Esto como medida anterior, a que las personas se decanten a considerar “el canto de la sirena” propuesto por los gobiernos de corte unipersonal como una opción.
En la actualidad esta serie de países padecen gobiernos unipersonales:
★ América: Cuba, Nicaragua y Venezuela
★ Europa: Bielorrusia, Rusia y Turquía.
★ AsiaCentral:Azerbaiyán,Tayikistán,Turkmenistán y Uzbekistán
★ Asia: Camboya, Laos, Brunei, China, Bangladesh, Myanmar, Corea del Norte, Tíbet y Vietnam
★ MedioOriente:Afganistán,Irán,Irak,Bahrein, Omán, Qatar, Arabia Saudita, Siria y Emiratos Árabes Unidos
★ África: Argelia, Angola, Burundi, Camerún, República Centroafricana, Chad, República Democrática del Congo, República del Congo, Yibuti, Egipto, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Etiopía, Gabón, Libia, Ruanda, Sáhara Occidental, Yemen, Somalia, Sudán,Sudán del Sur, Swazilandia y Uganda
Las áreas de oportunidad
Ahora bien, cuando ya entendimos que una necesidad no es atendida de inmediato o a mediano plazo, opciones como movilizaciones y foros ciudadanos, entre otros, son excelentes instrumentos para que los habitantes exhibamos a los servidores públicos que han faltado a su palabra, tal y como ha sucedido en lugares como Reino Unido, Francia o Argentina, donde los ciudadanos no temieron expresar su hartazgo para frenar el pobre desempeño de sus dirigentes en diversos ámbitos.
“A nadie le gusta las marchas, seamos sinceros, pero tampoco a nadie le gusta que se le muera un familiar en la clínica pública, por falta de medicamentos o servicios. Así pasa con las revueltas sociales, pueden generar polarización política, así como divisiones dentro de los mismos sistemas gubernamentales, pero de eso se trata. Los regímenes autoritarios no cumplen lo que prometen. En su mayoría son gabinetes formados por advenedizos, que se sirven del poder para sus propios fines, propiciando estancamiento entre sus habitantes, impactando directamente en su cultura, industria y la ralentización económica”, asegura Rodrigo de Morales, catedrático e investigador de la BUAP, quien sugiere que, para impedir el avance de gobiernos autoritarios, la población se involucre activamente en plebiscitos, acuerdos, etcétera, a la par de buscar estar más informados para dificultar el paso a candidatos o milicianos autoritarios al poder.
Por esto, estar al pendiente de temas como migración, reformas públicas y desde luego salir a votar, son algunas de las maneras de contrarrestar la formación de grupos “absolutistas” y fomentar la democracia.
“Cada vez que se afinca un régimen autoritario, es un retroceso para la humanidad por las implicaciones bélicas-económicas que representan a nivel geopolítico”, declaró Staffan Lindenberg, profesor y líder del proyecto V-Dem, para quien –en su opinión– permitir que más naciones admitan mandatos tiránicos es perder la lucha civilizatoria. ★