Para quien que no haya nacido en la capital de la República sabrá que desempeñarse en lo que sea, fuera de dicho territorio, es un hondo y penoso trajinar. Al interior del país, las representaciones en cualquier escena –llámese arte, ciencia o deporte– son escasas, por no decir nulas.
Sea el camino que elijas, deberás esforzarte el doble o inclusive el triple si deseas conseguir tu objetivo y llamar la atención (por añadidura).
Es el caso de la chihuahuense Alegna Aryday González Muñoz, quien con apenas 25 años de edad tiene mucho de qué sentirse orgullosa. Desde sus dulces 16 cambió los juegos de niños por las pistas de carreras y la comodidad de su hogar por la disciplina militar, destacando en los Olímpicos de Tokio y los Juegos Panamericanos, respectivamente, entre otra serie de eventos a lo largo de su “corta” pero sustanciosa carrera. La rubia se ha valido por sí misma desde el primer momento, evitando a todas luces ser una “carga” para su madre y abuela, originarias de Ojinaga, localidad fronteriza en medio del desierto, al norte de Chihuahua y al sur de Presidio, Texas. Desde sus posibilidades apoyaron a la marchista en su legítimo ímpetu por figurar en el deporte nacional.
Trasladándose del pequeño poblado de casi 30 mil habitantes hacia la Ciudad de México –una de las megalópolis más concurridas del mundo, cuya población es de 22 millones 281 mil 442 residentes hasta el año 2023, según datos del INEGI– la joven cambió repentinamente su rutina diaria que incluía estudiar y hacer pijamadas los fines de semana, y levantarse todos los días a las 5:00 a.m. para entrenar en pista, montañas y carreteras, junto con otros jóvenes prominentes en el ramo como José Doctor, Noel Chama, Alejandra Ortega y Valeria Ortuño, por mencionar algunos.
Al igual que Alegna, ellos buscan batir sus propios tiempos para colocar el nombre de México en todo lo alto, dejando atrás amistades, familia y amenidades por algo más grande, como la ambición de saber que existen muchas más posibilidades allá afuera, para cualquiera que acaricie la idea de vivir más allá de los límites de una demarcación o imposición social.
Difícil, mas no imposible
“Creo que muy pocas veces un adulto toma en serio los comentarios de sus hijos cuando expresan que están convencidos sobre algún tema. Por lo general, los padres piensan que son inclinaciones pasajeras, restando importancia a tus intereses. Por eso, tú mismo tardas en darte el crédito que te mereces cuando estás consiguiendo cosas en tus apasionamientos u objetivos”, señala sin pizca de duda González, cuyos tiempos marchísticos son de una hora y 26 minutos, un trote más que espectacular en dicho rango.
Usualmente, los competidores no consiguen alcanzar ese cronometraje como lo ha logrado González gracias a su pericia: en su mente no hay espacio para la incertidumbre. “Desde mi primera competencia hasta el día de hoy ignoro las dubitaciones; me remito a mi trabajo, al esfuerzo que depositamos mi entrenador y yo en cada ejercicio o ciclo. Desconfiar de mí misma o del resto de la gente que contribuye a mi progreso sería como darse por vencido sin haber empezado. Simplemente no me interesa”, agrega Alegna. A diferencia de miles de personas que a diario atravesamos crisis nerviosas o de ansiedad, la atleta olímpica sugiere poner la mente en blanco y salir a dar batalla, como lo han hecho Hussein Bolt en la realidad o bien Forrest Gump (Tom Hanks) dentro del mundo del celuloide.
“Lo fácil es poner excusas: ‘No tengo dinero, hace frío, hoy no me puedo levantar’”, expresa González, quien fue arrollada recientemente en la carretera por estar marchando a plena luz del día, preocupándose más por todo el tiempo invertido, así como el invaluable apoyo de su gente más cercana, que de su propia convalecencia.
Por fortuna, una rodilla sana rápidamente, un espíritu roto no –algo que nunca ha caracterizado a Alegna–: desde siempre la practicidad le ha conducido en cada una de sus decisiones, situación por lo cual la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) encontró en la bella chica un avatar ideal de sus valores al personificar la cultura del esfuerzo. Tan solo en el año 2023, González fue la primera mexicana en conseguir colocarse en el World Ranking, a la par de ocupar la cuarta posición en la 21a edición del Tour Mundial de Marcha Atlética 2023, demostrando que la disciplina te llevará ahí donde la motivación te abandonó.
“Si las cosas fueran fáciles, cualquiera las haría”
Alguna vez en entrevista, el también chihuahuense y ganador del Oscar, Anthony Quinn, en la recta final de su vida expresó para el canal A&E que destacar en Hollywood –o bien en cualquier ámbito– es todo menos un lecho de rosas, más bien lo contrario, “Porque si las cosas fueran fáciles cualquiera las haría”. Y más tomando en cuenta que a principios y mediados del siglo XX ser hispano y, en concreto mexicano, en la Meca del cine, sin ser poseedor de una belleza canónica, era imposible. No obstante, el juarense brilló con osadía en el firmamento internacional con filmes como Zorba el griego y Lawrence de Arabia, al lado de la realeza actoral: Peter O’Toole, Omar Sharif e Irene Papas. Impartió cátedra sobre la perseverancia y la paciencia, dos virtudes que hoy poco despiertan interés en un mundo de ridícula inmediatez.
En ese tenor, su paisana Alegna González comparte décadas después un pensamiento enérgico al respecto: “Mi profesión me ha permitido visitar lugares tan diversos que de otra manera únicamente habría imaginado y que hoy no solo conozco, sino con los que ambiciono regresar. Además, mi pasión se convirtió en mi fuente de ingresos, lo cual lo hace infinitamente más atractivo, porque no es un sacrificio estar desempeñándome en esto en vez de hacer aquello. No me quedé con ganas de intentarlo, lo hice por y a pesar de todo pronóstico, lo cual me brinda paz interior, porque tener la ‘espinita’ sobre algo que anhelas y no realizas te puede perseguir por mucho tiempo e incluso para siempre”, sostiene la doble campeona mundial, Premio Nacional del Deporte 2018, sin muestra de alarde y con total aplomo, haciéndonos la invitación a tomar la rienda de nuestras vidas de una vez por todas, sin titubeos.
Esta reflexión es relevante en la actualidad, teniendo en cuenta las apabullantes estadísticas arrojadas por la World Health Organization (WHO) en 2023, sobre la escala global de personas con depresión y distimia en plena edad productiva, con un total de 280 millones de individuos repartidos en tres bloques: de 17 a 28, de 28 a 35 y de 35 a 50. Estos, en su mayoría, reportan que la falta de oportunidades y satisfacción con sus decisiones personales como profesionales los han colocado en algún punto de estancamiento del cual no pueden (o no quieren) salir.
En atención a lo anterior, el buen trote del que hoy goza la marchista mexicana no fue inmediato, las críticas salieron a su encuentro tan pronto decidió “No ser una chica del montón”. “¿De qué vas a vivir cuando se te pase la juventud?”, “Y si te lastimas ¿qué vas hacer, a dónde vas a ir?”, son declaraciones habituales de personas que no conocen otras formas de vida, más que las establecidas.
“Al principio recibí comentarios negativos sobre lo efímero que puede ser el deporte o su alcance, pero cuando vieron que sí tenía probabilidades de destacar en el ámbito, confiaron y me apoyaron”, agrega Alegna, quien no descarta en un futuro buscar un lugar en la escena pública, como lo consiguió su homóloga, Ana Gabriela Guevara Espinoza, exatleta y actual presidenta de la CONADE. Además de ser una destacada figura política, cuenta en su haber una medalla de plata en los juegos de Atenas 2004 dentro de la prueba de 400 metros planos entre muchas más. González reconoce que el deporte es una excelente plataforma para visualizar muchas otras metas: una de ellas es servir a la comunidad activamente.
“Me queda clarísimo que, de estar en mis posibilidades, haría todo lo que estuviera a mi alcance para que más jóvenes pudieran formarse como deportistas. Que sean escuchados sin tantas trabas. A veces, por falta de opciones, los ideales se desechan”, enfatiza Alegna, quien ha podido representar a México en torneos amistosos en Mónaco y competencias de clase mundial en China y España, siendo acreedora de medallas de oro y bronce, respectivamente.
No es el éxito, es la adrenalina
Para los que no formamos parte de un oficio tan excitante como es el mundo de las competencias, pensaríamos que los premios y la fama son las fuentes de motivación más grandes entre los atletas de alto rendimiento. ¡Nada más erróneo! Desde el barón Pierre de Coubertin, fundador y competidor de las Olimpiadas modernas, hasta Alegna González, reconocen que su inspiración más grande para persistir en este ámbito es poder llevar al límite su cuerpo y con ello traer honor y gloria a la tierra que los ha visto nacer.
Si bien las preseas son el mayor indicador de un esfuerzo sobresaliente, la adrenalina y la euforia que se liberan por el torrente sanguíneo son dos de los motores que más impulsan a los deportistas a continuar en los distintos carriles en los que luchan. “Cuando corres, nadas o caminas no puedes evitar oír tu respiración, sentir los latidos del corazón o palpar el dolor físico en forma de lesiones o ampollas. Es prestar atención a una maquinaria descomunal por todo lo precisa que puede llegar a ser, y más en condiciones aceleradas”, afirma Alegna, quien no suele escuchar música mientras práctica o compite, pues prefiere poner su mente en blanco y escuchar a detalle la sinfonía de su cuerpo. Desatender algún ruido o sensación puede dejar desapercibida una lesión o daño menor en el camino.
“Recuerdo cuando estaba en los Juegos Olímpicos de Tokio y mi mente se apagó por completo, éramos solamente mis ganas de llegar y el camino; el ruido del mundo desapareció. Lo agradecí mucho, porque jamás en mi vida me había pasado el poder desconectarme así. En otras ocasiones, a veces el dolor es tan agudo que te anestesia y ya no sientes nada en absoluto, pero tu cuerpo sigue avanzando, entonces creo que hay sensaciones más estimulantes que cualquier medalla, remuneración u objeto existentes”, comparte la joven de físico delicado, a quien el viento y la montaña no le imponen cuando marcha, en cambio les admira, por sus cualidades de empujar aquellos que les reverencian con asombro y humildad.
Una chica sencilla con gustos simples
A pesar de tener memorias y logros alucinantes, la atleta no deja de ser una persona joven a la que le encanta salir a comer, comprar ropa y arreglarse para salir como cualquier otra mujer de su edad.
De hecho, ser de esa manera ha sido una de sus más grandes motivaciones para mantenerse completamente autónoma. “Me propuse ganarme mi dinero desde que dejé Ojinaga, no estar a expensas de mi familia. Eso me ayudó mucho a dimensionar el valor que le pones a tus elecciones. Por ejemplo, cuánto tiempo de mi vida me va a costar comprar esto o aquello. Ser de esa manera me permitió tener control sobre mi gasto a la par de experimentar cierta libertad financiera”, comenta González. Adora la buena vida, expresada en paseos dominicales con sus amigos, compartir un asado de puerco con la familia e ir al cine a mirar comedias románticas como Love, Rosie.
Y es que a pesar de poseer una agenda profesional apretadísima, Alegna se da un espacio para el amor al sostener una relación de varios años con el hijo de su entrenador, el exatleta Ignacio Zamudio. Es el esponsable de colocar a la chihuahuense en los podios más intrincados del planeta, como son el Gran Premio Internacional de Marcha Cantones de La Coruña, España, o Dudinská 50 en Dudince, Eslovaquia, donde la veinteañera fue acreedora del oro tras cronometrar una hora con 26 minutos y 58 segundos, un tiempo magnífico que Alegna se ha propuesto reducir gradualmente, favoreciendo sus marcas personales. Por esta razón la norteña se ha convertido en la gran esperanza de México en los Olímpicos de París 2024, pues su evolución no solo es satisfactoria sino sorprendente.
No obstante, la atleta no pierde el piso en absoluto, más bien se consolida de adentro hacia afuera, evitando contacto con toda vanidad. “La marcha es un deporte de gran tradición en México. Existen demasiados medallistas a lo largo de la historia que han traído gloria a la patria con su trote, lo cual habla de nuestra competitividad para recorrer grandes distancias. Además, el espíritu de las largas caminatas es algo muy enclavado a nuestro pasado indígena, donde las personas iban de un lugar a otro a pie, por horas e inclusive días”, concluye la también admiradora de las aclamadas ultramaratonistas mexicanas Isis Breiter y Lorena Ramírez, quienes además han fungido como modelos para publicaciones como Vogue y Runners, respectivamente, alcanzando el estatus de influencers en su nicho.
A su vez, la misma Alegna ha tenido contacto con varias marcas como Polar, Oakley, Gatorade y Adidas, al destacar como líder positivo dentro y fuera de las canchas. Su naturaleza imperturbable hace que sea una figura atractiva como inspiradora pues la joven, lejos de ufanarse de su larga lista de logros, prefiere reservarse el sabor de las victorias para el ámbito de lo doméstico, enfocándose en fluir sin dejar de vivir su momento como una chica de su edad. ★
Estrella ALEGNA GONZÁLEZ ★Fotografías DIEGO ZUBIETA ★ Peinado y maquillaje YANEL ROGO ★ Texto CAROLINA M. PAYÁN ★ Estilismo MICHEL MEDINA MARTÍNEZ ★ Corrección de estilo JOSÉ ANTONIO BLASCO C. ★
Para quien que no haya nacido en la capital de la República sabrá que desempeñarse en lo que sea, fuera de dicho territorio, es un hondo y penoso trajinar. Al interior del país, las representaciones en cualquier escena –llámese arte, ciencia o deporte– son escasas, por no decir nulas.
Sea el camino que elijas, deberás esforzarte el doble o inclusive el triple si deseas conseguir tu objetivo y llamar la atención (por añadidura).
Es el caso de la chihuahuense Alegna Aryday González Muñoz, quien con apenas 25 años de edad tiene mucho de qué sentirse orgullosa. Desde sus dulces 16 cambió los juegos de niños por las pistas de carreras y la comodidad de su hogar por la disciplina militar, destacando en los Olímpicos de Tokio y los Juegos Panamericanos, respectivamente, entre otra serie de eventos a lo largo de su “corta” pero sustanciosa carrera. La rubia se ha valido por sí misma desde el primer momento, evitando a todas luces ser una “carga” para su madre y abuela, originarias de Ojinaga, localidad fronteriza en medio del desierto, al norte de Chihuahua y al sur de Presidio, Texas. Desde sus posibilidades apoyaron a la marchista en su legítimo ímpetu por figurar en el deporte nacional.
Trasladándose del pequeño poblado de casi 30 mil habitantes hacia la Ciudad de México –una de las megalópolis más concurridas del mundo, cuya población es de 22 millones 281 mil 442 residentes hasta el año 2023, según datos del INEGI– la joven cambió repentinamente su rutina diaria que incluía estudiar y hacer pijamadas los fines de semana, y levantarse todos los días a las 5:00 a.m. para entrenar en pista, montañas y carreteras, junto con otros jóvenes prominentes en el ramo como José Doctor, Noel Chama, Alejandra Ortega y Valeria Ortuño, por mencionar algunos.
Al igual que Alegna, ellos buscan batir sus propios tiempos para colocar el nombre de México en todo lo alto, dejando atrás amistades, familia y amenidades por algo más grande, como la ambición de saber que existen muchas más posibilidades allá afuera, para cualquiera que acaricie la idea de vivir más allá de los límites de una demarcación o imposición social.
Difícil, mas no imposible
“Creo que muy pocas veces un adulto toma en serio los comentarios de sus hijos cuando expresan que están convencidos sobre algún tema. Por lo general, los padres piensan que son inclinaciones pasajeras, restando importancia a tus intereses. Por eso, tú mismo tardas en darte el crédito que te mereces cuando estás consiguiendo cosas en tus apasionamientos u objetivos”, señala sin pizca de duda González, cuyos tiempos marchísticos son de una hora y 26 minutos, un trote más que espectacular en dicho rango.
Usualmente, los competidores no consiguen alcanzar ese cronometraje como lo ha logrado González gracias a su pericia: en su mente no hay espacio para la incertidumbre. “Desde mi primera competencia hasta el día de hoy ignoro las dubitaciones; me remito a mi trabajo, al esfuerzo que depositamos mi entrenador y yo en cada ejercicio o ciclo. Desconfiar de mí misma o del resto de la gente que contribuye a mi progreso sería como darse por vencido sin haber empezado. Simplemente no me interesa”, agrega Alegna. A diferencia de miles de personas que a diario atravesamos crisis nerviosas o de ansiedad, la atleta olímpica sugiere poner la mente en blanco y salir a dar batalla, como lo han hecho Hussein Bolt en la realidad o bien Forrest Gump (Tom Hanks) dentro del mundo del celuloide.
“Lo fácil es poner excusas: ‘No tengo dinero, hace frío, hoy no me puedo levantar’”, expresa González, quien fue arrollada recientemente en la carretera por estar marchando a plena luz del día, preocupándose más por todo el tiempo invertido, así como el invaluable apoyo de su gente más cercana, que de su propia convalecencia.
Por fortuna, una rodilla sana rápidamente, un espíritu roto no –algo que nunca ha caracterizado a Alegna–: desde siempre la practicidad le ha conducido en cada una de sus decisiones, situación por lo cual la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) encontró en la bella chica un avatar ideal de sus valores al personificar la cultura del esfuerzo. Tan solo en el año 2023, González fue la primera mexicana en conseguir colocarse en el World Ranking, a la par de ocupar la cuarta posición en la 21a edición del Tour Mundial de Marcha Atlética 2023, demostrando que la disciplina te llevará ahí donde la motivación te abandonó.
“Si las cosas fueran fáciles, cualquiera las haría”
Alguna vez en entrevista, el también chihuahuense y ganador del Oscar, Anthony Quinn, en la recta final de su vida expresó para el canal A&E que destacar en Hollywood –o bien en cualquier ámbito– es todo menos un lecho de rosas, más bien lo contrario, “Porque si las cosas fueran fáciles cualquiera las haría”. Y más tomando en cuenta que a principios y mediados del siglo XX ser hispano y, en concreto mexicano, en la Meca del cine, sin ser poseedor de una belleza canónica, era imposible. No obstante, el juarense brilló con osadía en el firmamento internacional con filmes como Zorba el griego y Lawrence de Arabia, al lado de la realeza actoral: Peter O’Toole, Omar Sharif e Irene Papas. Impartió cátedra sobre la perseverancia y la paciencia, dos virtudes que hoy poco despiertan interés en un mundo de ridícula inmediatez.
En ese tenor, su paisana Alegna González comparte décadas después un pensamiento enérgico al respecto: “Mi profesión me ha permitido visitar lugares tan diversos que de otra manera únicamente habría imaginado y que hoy no solo conozco, sino con los que ambiciono regresar. Además, mi pasión se convirtió en mi fuente de ingresos, lo cual lo hace infinitamente más atractivo, porque no es un sacrificio estar desempeñándome en esto en vez de hacer aquello. No me quedé con ganas de intentarlo, lo hice por y a pesar de todo pronóstico, lo cual me brinda paz interior, porque tener la ‘espinita’ sobre algo que anhelas y no realizas te puede perseguir por mucho tiempo e incluso para siempre”, sostiene la doble campeona mundial, Premio Nacional del Deporte 2018, sin muestra de alarde y con total aplomo, haciéndonos la invitación a tomar la rienda de nuestras vidas de una vez por todas, sin titubeos.
Esta reflexión es relevante en la actualidad, teniendo en cuenta las apabullantes estadísticas arrojadas por la World Health Organization (WHO) en 2023, sobre la escala global de personas con depresión y distimia en plena edad productiva, con un total de 280 millones de individuos repartidos en tres bloques: de 17 a 28, de 28 a 35 y de 35 a 50. Estos, en su mayoría, reportan que la falta de oportunidades y satisfacción con sus decisiones personales como profesionales los han colocado en algún punto de estancamiento del cual no pueden (o no quieren) salir.
En atención a lo anterior, el buen trote del que hoy goza la marchista mexicana no fue inmediato, las críticas salieron a su encuentro tan pronto decidió “No ser una chica del montón”. “¿De qué vas a vivir cuando se te pase la juventud?”, “Y si te lastimas ¿qué vas hacer, a dónde vas a ir?”, son declaraciones habituales de personas que no conocen otras formas de vida, más que las establecidas.
“Al principio recibí comentarios negativos sobre lo efímero que puede ser el deporte o su alcance, pero cuando vieron que sí tenía probabilidades de destacar en el ámbito, confiaron y me apoyaron”, agrega Alegna, quien no descarta en un futuro buscar un lugar en la escena pública, como lo consiguió su homóloga, Ana Gabriela Guevara Espinoza, exatleta y actual presidenta de la CONADE. Además de ser una destacada figura política, cuenta en su haber una medalla de plata en los juegos de Atenas 2004 dentro de la prueba de 400 metros planos entre muchas más. González reconoce que el deporte es una excelente plataforma para visualizar muchas otras metas: una de ellas es servir a la comunidad activamente.
“Me queda clarísimo que, de estar en mis posibilidades, haría todo lo que estuviera a mi alcance para que más jóvenes pudieran formarse como deportistas. Que sean escuchados sin tantas trabas. A veces, por falta de opciones, los ideales se desechan”, enfatiza Alegna, quien ha podido representar a México en torneos amistosos en Mónaco y competencias de clase mundial en China y España, siendo acreedora de medallas de oro y bronce, respectivamente.
No es el éxito, es la adrenalina
Para los que no formamos parte de un oficio tan excitante como es el mundo de las competencias, pensaríamos que los premios y la fama son las fuentes de motivación más grandes entre los atletas de alto rendimiento. ¡Nada más erróneo! Desde el barón Pierre de Coubertin, fundador y competidor de las Olimpiadas modernas, hasta Alegna González, reconocen que su inspiración más grande para persistir en este ámbito es poder llevar al límite su cuerpo y con ello traer honor y gloria a la tierra que los ha visto nacer.
Si bien las preseas son el mayor indicador de un esfuerzo sobresaliente, la adrenalina y la euforia que se liberan por el torrente sanguíneo son dos de los motores que más impulsan a los deportistas a continuar en los distintos carriles en los que luchan. “Cuando corres, nadas o caminas no puedes evitar oír tu respiración, sentir los latidos del corazón o palpar el dolor físico en forma de lesiones o ampollas. Es prestar atención a una maquinaria descomunal por todo lo precisa que puede llegar a ser, y más en condiciones aceleradas”, afirma Alegna, quien no suele escuchar música mientras práctica o compite, pues prefiere poner su mente en blanco y escuchar a detalle la sinfonía de su cuerpo. Desatender algún ruido o sensación puede dejar desapercibida una lesión o daño menor en el camino.
“Recuerdo cuando estaba en los Juegos Olímpicos de Tokio y mi mente se apagó por completo, éramos solamente mis ganas de llegar y el camino; el ruido del mundo desapareció. Lo agradecí mucho, porque jamás en mi vida me había pasado el poder desconectarme así. En otras ocasiones, a veces el dolor es tan agudo que te anestesia y ya no sientes nada en absoluto, pero tu cuerpo sigue avanzando, entonces creo que hay sensaciones más estimulantes que cualquier medalla, remuneración u objeto existentes”, comparte la joven de físico delicado, a quien el viento y la montaña no le imponen cuando marcha, en cambio les admira, por sus cualidades de empujar aquellos que les reverencian con asombro y humildad.
Una chica sencilla con gustos simples
A pesar de tener memorias y logros alucinantes, la atleta no deja de ser una persona joven a la que le encanta salir a comer, comprar ropa y arreglarse para salir como cualquier otra mujer de su edad.
De hecho, ser de esa manera ha sido una de sus más grandes motivaciones para mantenerse completamente autónoma. “Me propuse ganarme mi dinero desde que dejé Ojinaga, no estar a expensas de mi familia. Eso me ayudó mucho a dimensionar el valor que le pones a tus elecciones. Por ejemplo, cuánto tiempo de mi vida me va a costar comprar esto o aquello. Ser de esa manera me permitió tener control sobre mi gasto a la par de experimentar cierta libertad financiera”, comenta González. Adora la buena vida, expresada en paseos dominicales con sus amigos, compartir un asado de puerco con la familia e ir al cine a mirar comedias románticas como Love, Rosie.
Y es que a pesar de poseer una agenda profesional apretadísima, Alegna se da un espacio para el amor al sostener una relación de varios años con el hijo de su entrenador, el exatleta Ignacio Zamudio. Es el esponsable de colocar a la chihuahuense en los podios más intrincados del planeta, como son el Gran Premio Internacional de Marcha Cantones de La Coruña, España, o Dudinská 50 en Dudince, Eslovaquia, donde la veinteañera fue acreedora del oro tras cronometrar una hora con 26 minutos y 58 segundos, un tiempo magnífico que Alegna se ha propuesto reducir gradualmente, favoreciendo sus marcas personales. Por esta razón la norteña se ha convertido en la gran esperanza de México en los Olímpicos de París 2024, pues su evolución no solo es satisfactoria sino sorprendente.
No obstante, la atleta no pierde el piso en absoluto, más bien se consolida de adentro hacia afuera, evitando contacto con toda vanidad. “La marcha es un deporte de gran tradición en México. Existen demasiados medallistas a lo largo de la historia que han traído gloria a la patria con su trote, lo cual habla de nuestra competitividad para recorrer grandes distancias. Además, el espíritu de las largas caminatas es algo muy enclavado a nuestro pasado indígena, donde las personas iban de un lugar a otro a pie, por horas e inclusive días”, concluye la también admiradora de las aclamadas ultramaratonistas mexicanas Isis Breiter y Lorena Ramírez, quienes además han fungido como modelos para publicaciones como Vogue y Runners, respectivamente, alcanzando el estatus de influencers en su nicho.
A su vez, la misma Alegna ha tenido contacto con varias marcas como Polar, Oakley, Gatorade y Adidas, al destacar como líder positivo dentro y fuera de las canchas. Su naturaleza imperturbable hace que sea una figura atractiva como inspiradora pues la joven, lejos de ufanarse de su larga lista de logros, prefiere reservarse el sabor de las victorias para el ámbito de lo doméstico, enfocándose en fluir sin dejar de vivir su momento como una chica de su edad. ★
Estrella ALEGNA GONZÁLEZ ★Fotografías DIEGO ZUBIETA ★ Peinado y maquillaje YANEL ROGO ★ Texto CAROLINA M. PAYÁN ★ Estilismo MICHEL MEDINA MARTÍNEZ ★ Corrección de estilo JOSÉ ANTONIO BLASCO C. ★