La Maison Christian Louboutin convocó a una encantadora velada de diversión, baile y música en el venerado Le Trianon. Esta joya oculta, con sus raíces que se remontan a 1894, se encuentra anclada en el corazón del distrito de Pigalle, un rincón vibrante que tiene un significado profundamente personal para el diseñador. Fue aquí donde Christian Louboutin, en sus días de formación, residía y perfeccionaba su arte, inmerso en la rica historia de este legendario vecindario parisino.
Para presentar esta colección, Christian Louboutin otorgó “carta blanca” a Leo Walk, un joven y talentoso coreógrafo y director artístico francés. Leo fusionó la danza contemporánea con el dinamismo del movimiento hip-hop callejero, creando una interpretación única y personal de la amistad en el escenario. Su actuación capturó momentos de alegría, esperanza y un profundo aprecio por la vida, destacando la belleza que reside en aceptar las incertidumbres y encontrar consuelo en el presente.
El Loubi Show fue una combinación cautivadora de estilo y actuación, con doce bailarines de ‘La Marche Bleue’, compañía de danza fundada por Leo Walk, acompañados por dos músicos consumados. Cada artista lucía los mocasines adornados con cristales de la última colección de Christian Louboutin, así como las sandalias Miss Sabina, reinventadas para complementar la fluidez del baile y resaltar la artesanía de la Maison.
El escenario fue meticulosamente diseñado por el estimado artista visual franco-estadounidense Jan Melka, inspirado en cuerpos y volúmenes. Jugando con materiales e innovadoras técnicas, Melka creó una experiencia tridimensional que cautivó al público. La música etérea del dúo parisino Agar Agar infundió emoción y energía al espectáculo, proporcionando un acompañamiento perfecto para la presentación de la colección Mujer Otoño/Invierno 2024 de Christian Louboutin.
En este entorno impresionante, los diseños exquisitos parecían flotar en nichos rojos dentro de una caja con espejos cromados, creando un reflejo infinito del espacio y transportando a los espectadores a un mundo de elegancia y sofisticación atemporal.
La Maison Christian Louboutin convocó a una encantadora velada de diversión, baile y música en el venerado Le Trianon. Esta joya oculta, con sus raíces que se remontan a 1894, se encuentra anclada en el corazón del distrito de Pigalle, un rincón vibrante que tiene un significado profundamente personal para el diseñador. Fue aquí donde Christian Louboutin, en sus días de formación, residía y perfeccionaba su arte, inmerso en la rica historia de este legendario vecindario parisino.
Para presentar esta colección, Christian Louboutin otorgó “carta blanca” a Leo Walk, un joven y talentoso coreógrafo y director artístico francés. Leo fusionó la danza contemporánea con el dinamismo del movimiento hip-hop callejero, creando una interpretación única y personal de la amistad en el escenario. Su actuación capturó momentos de alegría, esperanza y un profundo aprecio por la vida, destacando la belleza que reside en aceptar las incertidumbres y encontrar consuelo en el presente.
El Loubi Show fue una combinación cautivadora de estilo y actuación, con doce bailarines de ‘La Marche Bleue’, compañía de danza fundada por Leo Walk, acompañados por dos músicos consumados. Cada artista lucía los mocasines adornados con cristales de la última colección de Christian Louboutin, así como las sandalias Miss Sabina, reinventadas para complementar la fluidez del baile y resaltar la artesanía de la Maison.
El escenario fue meticulosamente diseñado por el estimado artista visual franco-estadounidense Jan Melka, inspirado en cuerpos y volúmenes. Jugando con materiales e innovadoras técnicas, Melka creó una experiencia tridimensional que cautivó al público. La música etérea del dúo parisino Agar Agar infundió emoción y energía al espectáculo, proporcionando un acompañamiento perfecto para la presentación de la colección Mujer Otoño/Invierno 2024 de Christian Louboutin.
En este entorno impresionante, los diseños exquisitos parecían flotar en nichos rojos dentro de una caja con espejos cromados, creando un reflejo infinito del espacio y transportando a los espectadores a un mundo de elegancia y sofisticación atemporal.