Lo que muchos pudieran creer es una batalla contra el deseo y un comportamiento anormal en sociedad, el celibato ofrece la posibilidad de intimidad con uno mismo desde las emociones hacia afuera, mientras que la libertad sexual brinda poder y dominio sobre los otros. Esto de acuerdo a la doctora en filosofía Mariana Beatriz Noé, quien –luego de haber tenido una vida erótica plena– decidió emprender un diario web en el que narró su trayectoria de permanecer célibe.
Tal ejercicio de incalculable franqueza cautivó a muchas personas que, contrario a lo que pudiéramos pensar, eran en su mayoría jóvenes en edad escolar, entre 14 y 17 años de edad, quienes afirmaban que la sociedad les presionaba mucho para empezar pronto a experimentar con sus cuerpos y afectos. Noé, atenta de los comenta- rios vertidos en su cuenta de Twitter @InsomniosAticos, respondía a cada uno de ellos lo siguiente: “Cuando se suspende la sexualidad por gusto y no por imposición, lo que sí sucede en varias instituciones religiosas como el budismo o la iglesia católica, se dimensiona la mag- nitud de conectar verdaderamente con otros desde el amor propio”. Sugiere la académica que, cuando nos damos el tiempo de escoger lo mejor para nosotros, el florecimiento personal sucede inevitablemente.
Presión por tomar un bando
¿Abstinencia y celibato son lo mismo? No. La abstinencia es dejar por un determinado periodo de tiempo tal o cual práctica para retomarla después, mientras que celibato es permanecer en castidad para siempre, sin masturbarse, besar o intimar con otro bajo ningún contexto o pretexto.
Y aunque en el pasado se pensaba que el celibato prolongaba la vida, en la actualidad sabemos que los solteros viven menos en comparación con aquellas personas que tienen pareja, como arrojan datos de World Health Organization (WHO) en un informe del año 2020. Dicho estudio reflejó que las personas más propensas a infartos –o problemas en el aparato respiratorio– no tenían pareja y no practicaban su sexualidad. Caso inverso al grupo restante, el cual solía presentar otro tipo de enfermedades físicas y mentales, entre las que destacan depresión, cáncer de próstata y cervicouterino.
“La realidad es que tener una vida sexualmente activa, o una ausente de erotismo, son dignas de ser experimentadas. Si decides ser pro- miscuo o célibe abiertamente, hazlo, nadie debe juzgarte”, pregona Lucía Lijtmaer, escritora, periodista y podcaster española en su exito- so programa Deforme Semanal Ideal Total, espacio dedicado a temas de cultura popular, política y género.
“Cuando se intima, se desnuda algo más que el cuerpo: se deja expuesta el alma” ★ Demían Bucay
El placer está en tus manos
“Si estás soltero o tienes una relación, pero no sientes las ganas de avanzar, es perfectamente válido poner en pausa tu vida sexual y buscar respuestas en tu psique”, advierte Demían Bucay, psicoanalista argentino en su libro Manual para estar en pareja, en el cual apunta que la sobrevaloración del sexo en nuestra sociedad contemporánea orilla a las personas a arrojarse a situaciones que no querrían con tal de satisfacer al otro, lastimándose profundamente. Continúa el au- tor: “A veces, por no quedar mal, accedemos a cosas, condiciones y lugares impropios para nosotros, degradando nuestra ética personal. Siempre recomiendo que nos autoexploremos, hablando literal y metafóricamente: cuando se intima, se desnuda algo más que el cuerpo: se deja expuesta el alma”. Esto concluye el autor, quien lleva dos décadas atendiendo toda clase de pacientes en diván.
Entonces, el ejercicio de autoconocimiento dictará el tipo de intimidad que deseas realizar antes de delegarla a otros. Si requieres tiempo para descubrir el origen de tu deseo, o prescindir de ello, estás en tu derecho. El impulso por vivir o las ganas de que se te agite el pecho, nada ni nadie te las arrancará, te lo aseguramos. ★






Lo que muchos pudieran creer es una batalla contra el deseo y un comportamiento anormal en sociedad, el celibato ofrece la posibilidad de intimidad con uno mismo desde las emociones hacia afuera, mientras que la libertad sexual brinda poder y dominio sobre los otros. Esto de acuerdo a la doctora en filosofía Mariana Beatriz Noé, quien –luego de haber tenido una vida erótica plena– decidió emprender un diario web en el que narró su trayectoria de permanecer célibe.
Tal ejercicio de incalculable franqueza cautivó a muchas personas que, contrario a lo que pudiéramos pensar, eran en su mayoría jóvenes en edad escolar, entre 14 y 17 años de edad, quienes afirmaban que la sociedad les presionaba mucho para empezar pronto a experimentar con sus cuerpos y afectos. Noé, atenta de los comenta- rios vertidos en su cuenta de Twitter @InsomniosAticos, respondía a cada uno de ellos lo siguiente: “Cuando se suspende la sexualidad por gusto y no por imposición, lo que sí sucede en varias instituciones religiosas como el budismo o la iglesia católica, se dimensiona la mag- nitud de conectar verdaderamente con otros desde el amor propio”. Sugiere la académica que, cuando nos damos el tiempo de escoger lo mejor para nosotros, el florecimiento personal sucede inevitablemente.
Presión por tomar un bando
¿Abstinencia y celibato son lo mismo? No. La abstinencia es dejar por un determinado periodo de tiempo tal o cual práctica para retomarla después, mientras que celibato es permanecer en castidad para siempre, sin masturbarse, besar o intimar con otro bajo ningún contexto o pretexto.
Y aunque en el pasado se pensaba que el celibato prolongaba la vida, en la actualidad sabemos que los solteros viven menos en comparación con aquellas personas que tienen pareja, como arrojan datos de World Health Organization (WHO) en un informe del año 2020. Dicho estudio reflejó que las personas más propensas a infartos –o problemas en el aparato respiratorio– no tenían pareja y no practicaban su sexualidad. Caso inverso al grupo restante, el cual solía presentar otro tipo de enfermedades físicas y mentales, entre las que destacan depresión, cáncer de próstata y cervicouterino.
“La realidad es que tener una vida sexualmente activa, o una ausente de erotismo, son dignas de ser experimentadas. Si decides ser pro- miscuo o célibe abiertamente, hazlo, nadie debe juzgarte”, pregona Lucía Lijtmaer, escritora, periodista y podcaster española en su exito- so programa Deforme Semanal Ideal Total, espacio dedicado a temas de cultura popular, política y género.
“Cuando se intima, se desnuda algo más que el cuerpo: se deja expuesta el alma” ★ Demían Bucay
El placer está en tus manos
“Si estás soltero o tienes una relación, pero no sientes las ganas de avanzar, es perfectamente válido poner en pausa tu vida sexual y buscar respuestas en tu psique”, advierte Demían Bucay, psicoanalista argentino en su libro Manual para estar en pareja, en el cual apunta que la sobrevaloración del sexo en nuestra sociedad contemporánea orilla a las personas a arrojarse a situaciones que no querrían con tal de satisfacer al otro, lastimándose profundamente. Continúa el au- tor: “A veces, por no quedar mal, accedemos a cosas, condiciones y lugares impropios para nosotros, degradando nuestra ética personal. Siempre recomiendo que nos autoexploremos, hablando literal y metafóricamente: cuando se intima, se desnuda algo más que el cuerpo: se deja expuesta el alma”. Esto concluye el autor, quien lleva dos décadas atendiendo toda clase de pacientes en diván.
Entonces, el ejercicio de autoconocimiento dictará el tipo de intimidad que deseas realizar antes de delegarla a otros. Si requieres tiempo para descubrir el origen de tu deseo, o prescindir de ello, estás en tu derecho. El impulso por vivir o las ganas de que se te agite el pecho, nada ni nadie te las arrancará, te lo aseguramos. ★