Ya han pasado cuatro años desde que uno de los hombres más revolucionarios de la industria textil dejó este plano para poder descansar después de pasar su vida embelleciendo el mundo.
No cabe duda que hay personas que están marcadas al nacer, y sus caminos ya están pavimentados para poder lograr lo monumental.. Ese es el caso de Karl Lagerfeld, cuyo talento no tenía límites, y logró aplicarlo a diferentes sectores para brindar un poco de glamour.
El arte lo llamaba, y fue así que tomó la decisión de atender la Ecole de la Chambre Syndicale de la Couture Parisienne, lugar en el que entabló una amistad con su compañero Yves Saint Laurent, otra gran estrella de la industria de la moda. Ambos saltaron a la fama en 1954, cuando tomaron los primeros lugares en el concurso de diseño del Secretariado Internacional de la Lana (Yves por un vestido y Karl por un abrigo).
Muchos afirman que este hecho fue el comienzo de una rivalidad irreconciliable que duró 44 años, ya que lo que comenzó como una pelea amistosa, se tornó profundamente amarga cuando la pareja de Karl, el aristócrata Jacques de Bascher, se convirtió en amante de Yves.
Todos buscamos aprender de los mejores, y ese fue el mismo caso de Karl. Su primer empleo fue uno que causaría envidias a los fanáticos de la alta costura, ya que logró ser el asistente de Pierre Balmain en la década los cincuenta, un trabajo en el que aprendió las técnicas y los conocimientos que seguro aprovechó al máximo durante su estadía en Chanel y Fendi.
La mayoría de las personas lo conocen por ser una figura llena de vida, jovialidad y energía que creó más de una docena de colecciones por año para Chanel, Fendi y su propia casa homónima, pero pocos saben que él también desempeñaba otros papeles.
Su pasión por la fotografía es otra de las más conocidas. Durante su carrera, Lagerfeld solía capturar imágenes penetrantes para su uso personal y comercial, ya que él logró aparecer en decenas de exposiciones, campañas publicitarias para diferentes marcas reconocidas a nivel global, portadas en las más importantes revistas de moda y cientos de libros de arte.
Siempre será recordado como el director creativo más icónico de la casa creada por Gabrielle Chanel, ya que desde 1983, pasó a dirigir dicha casa conocida por el estilo clásico y atemporal de su fundadora, convirtiéndola en una marca legendaria, con alto sentido de elegancia y fundamentándola como una estrella casi inalcanzable en el firmamento de la moda.
Al mismo tiempo, tomó otras responsabilidades en la industria textil, como el ser co-director creativo de la mano de Silvia Venturini Fendi dentro de la reconocida casa italiana Fendi y crear su línea personal que hasta la fecha sigue vigente.
Conocido por su icónica imagen: gafas solares oscuras, coleta de caballo que ata su melena blanca, cuellos altos, corbata, guantes y atuendos monocromáticos. Amante de la joyería; él era el mayor coleccionista privado de broches de Belperron, piezas que portaba en sus corbatas de la firma Hilditch & Key.
Tomaba punto de inspiración de todo lo que lo rodeaba, pero en especial de los libros, ya que era fanático, teniendo bajo su poder una envidiable biblioteca que contaba con más de 300 000 libros de diferentes temas.
Existen muchas más hazañas impresionantes que el diseñador logró alcanzar durante su vida, poniéndole nombre a colaboraciones con H&M, Audi, Diet Coke, Volkswagen, Magnum y hasta su propio hotel de lujo. ★
Fotografías: cortesía de las marcas
Ya han pasado cuatro años desde que uno de los hombres más revolucionarios de la industria textil dejó este plano para poder descansar después de pasar su vida embelleciendo el mundo.
No cabe duda que hay personas que están marcadas al nacer, y sus caminos ya están pavimentados para poder lograr lo monumental.. Ese es el caso de Karl Lagerfeld, cuyo talento no tenía límites, y logró aplicarlo a diferentes sectores para brindar un poco de glamour.
El arte lo llamaba, y fue así que tomó la decisión de atender la Ecole de la Chambre Syndicale de la Couture Parisienne, lugar en el que entabló una amistad con su compañero Yves Saint Laurent, otra gran estrella de la industria de la moda. Ambos saltaron a la fama en 1954, cuando tomaron los primeros lugares en el concurso de diseño del Secretariado Internacional de la Lana (Yves por un vestido y Karl por un abrigo).
Muchos afirman que este hecho fue el comienzo de una rivalidad irreconciliable que duró 44 años, ya que lo que comenzó como una pelea amistosa, se tornó profundamente amarga cuando la pareja de Karl, el aristócrata Jacques de Bascher, se convirtió en amante de Yves.
Todos buscamos aprender de los mejores, y ese fue el mismo caso de Karl. Su primer empleo fue uno que causaría envidias a los fanáticos de la alta costura, ya que logró ser el asistente de Pierre Balmain en la década los cincuenta, un trabajo en el que aprendió las técnicas y los conocimientos que seguro aprovechó al máximo durante su estadía en Chanel y Fendi.
La mayoría de las personas lo conocen por ser una figura llena de vida, jovialidad y energía que creó más de una docena de colecciones por año para Chanel, Fendi y su propia casa homónima, pero pocos saben que él también desempeñaba otros papeles.
Su pasión por la fotografía es otra de las más conocidas. Durante su carrera, Lagerfeld solía capturar imágenes penetrantes para su uso personal y comercial, ya que él logró aparecer en decenas de exposiciones, campañas publicitarias para diferentes marcas reconocidas a nivel global, portadas en las más importantes revistas de moda y cientos de libros de arte.
Siempre será recordado como el director creativo más icónico de la casa creada por Gabrielle Chanel, ya que desde 1983, pasó a dirigir dicha casa conocida por el estilo clásico y atemporal de su fundadora, convirtiéndola en una marca legendaria, con alto sentido de elegancia y fundamentándola como una estrella casi inalcanzable en el firmamento de la moda.
Al mismo tiempo, tomó otras responsabilidades en la industria textil, como el ser co-director creativo de la mano de Silvia Venturini Fendi dentro de la reconocida casa italiana Fendi y crear su línea personal que hasta la fecha sigue vigente.
Conocido por su icónica imagen: gafas solares oscuras, coleta de caballo que ata su melena blanca, cuellos altos, corbata, guantes y atuendos monocromáticos. Amante de la joyería; él era el mayor coleccionista privado de broches de Belperron, piezas que portaba en sus corbatas de la firma Hilditch & Key.
Tomaba punto de inspiración de todo lo que lo rodeaba, pero en especial de los libros, ya que era fanático, teniendo bajo su poder una envidiable biblioteca que contaba con más de 300 000 libros de diferentes temas.
Existen muchas más hazañas impresionantes que el diseñador logró alcanzar durante su vida, poniéndole nombre a colaboraciones con H&M, Audi, Diet Coke, Volkswagen, Magnum y hasta su propio hotel de lujo. ★
Fotografías: cortesía de las marcas