Anclada únicamente a las estrellas en el cielo abierto, Natália Subtil agita su melena y corazón a ritmo propio. Una brújula que no conoce direcciones, mas –en cambio– sí mapas de aventuras por vivir y realizaciones por contar.
Como toda buena sirena, su naturaleza es la de fluir y forjarse un temple mientras surca las tempestades que se le oponen. No obstante, entre huracanes y naufragios, la hermosa “Garota de Río” ha conquistado la cresta de las olas al ser portada de las mejores revistas de moda de
México y el extranjero, tipo Vogue, Cosmopolitan o Coquette. Asimismo se ha ganado un espacio bajo los reflectores como presentadora de televisión abierta en Venga la alegría, a la par de convertirse en modelo y embajadora de firmas de lujo como Fendi y Victoria Secret, entre otras que han confiado en el carisma natural de la ahora mexicana desde muy corta edad.
Sin embargo, en su ascenso no todo han sido caminos allanados, al contrario. Sus pasos son los de un envalentonado explorador, cuyo régimen solo conoce el objetivo de arrebatar al Olimpo y a Neptuno el triunfo. Y es que, luego de ser madre soltera de la jovencísima influencer Mila Mayer, hoy de siete años, su vida cambió súbitamente en el año 2016 al atravesar una depresión posparto prolongada, luego de separarse de su entonces pareja sentimental: Sergio Mayer Mori. Este romance escandalizó a los medios locales al ser, la también cantante, una década mayor que el actor, el cual –en ese entonces– tenía 19 años. Aunado a ello, los tiempos de estrechez económica no se hicieron esperar, poniendo de cara a la trigueña a toda clase de incertidumbres que emergen cuando creemos que hemos tocado fondo.
En ese espiral de eventos, Subtil jamás se quebrantó. Incontables fueron las críticas y reproches que hicieron a la también modelo de Playboy sobre su vida personal como profesional, entre ellos el más doloroso de todos: renunciar a ser mujer (y lo que ello conlleva), para existir únicamente en el formato de madre abnegada. Comentarios hirientes de “personas bien intencionadas”, aseguraban que la intérprete de la cinta mexicana Un padre no tan padre ya no tendría derecho a ser amada por ningún otro hombre, a la par de claudicar a sus sueños de llegar a la cumbre de las pasarelas y portadas, ahora que su cuerpo y vida habían cambiado, para dedicarse exclusivamente a ser madre y cuidadora.
Con esfuerzo, pero sin olvidar quién era ella y de lo que es capaz de alcanzar, Subtil otra vez se lanzó a la faena como lo había hecho mil veces atrás, pero con la (pequeña) diferencia que ahora le acompañaba la experiencia y el amor incondicional de Mila, dos llaves que la impulsaron a tocar las puertas más disímiles de todas, arrojándola a los mejores horizontes imaginados jamás. Así lo hizo en su juventud temprana, cuando dejó suelo carioca atrás para conquistar al exigente público de Milán, Miami y México.
La vida antes de los fresneles
São as águas de março fechando o verão – Son las aguas de marzo cerrando el verano É a promessa de vida no teu coração – Es la promesa de vida en tu corazón.
…
Tom Jombin, Aguas de Março
Con esa canción de fondo a 40o centígrados sobre las costas de Río de Janeiro, transcurría apaciblemente la vida de Natália, una joven diferente a las demás chicas de su edad quienes ya se maquillaban y alistaban para salir con sus novios a la primera línea de playa al ponerse el atardecer. En cambio Subtil, lejos de los baños del sol permanecía en casa, jugando con muñecas mientras aprendía español con las canciones de RBD, donde los personajes ficticios de Mia Colucci (Anahí), Lupita Fernández (Maite Perroni) y Roberta Pardo (Dulce María) le enseñaban los sinsabores del amor.
Ven, bésame sin miedo, con el corazón — Venha, me beije sem medo, com seu coração Dame un beso que me lleve hasta el sol — Dê-me um beijo que me levará ao sol Bésame sin miedo, sin explicación — Beije-me sem medo, sem explicação
Dame un beso que me llene de tu amor — Me dê um beijo que me encha do seu amor Bésame sin miedo como si fuera el último — Beije-me sem medo como se fosse o último …
RBD, Bésame sin miedo
“Siempre fui muy niña y no pensaba todavía en trabajar o dedicarme a cualquier otra cosa como modelaje o actuación, me gustaba colorear y pintar en cuadernillos, justo como hace mi hija Mila ahora. Así se me iban las horas y los días jugando a los 14 años de edad con muñecas en forma de bebés a puerta cerrada, me daba pena que mis amigos supieran eso de mí. Ellos ya se daban su primer beso a orillas del mar y yo jugaba a la casita”, afirma Subtil entre risas y recuerdos, misma que aprendió más de las novelas de Televisa que de los libros escolares.
En ese sentido, Natália no fue la única en experimentar en carne propia la “RBD manía”, pues múltiples generaciones de jóvenes alrededor del mundo abrazaron el melodrama y canciones de la agrupación como representantes de su sentir. Irónicamente, 22 años a la distancia de ese evento, la brasilera no solo habla perfectamente español, sino que es amiga de uno de los miembros de la banda, Christopher Uckermann, a la par de sostenerse como fiel admiradora de los histriones, a los cuales ha podido ver en repetidas ocasiones, extendiendo su entusiasmo por los artistas a su pequeñita, pues habla fluidamente portugués y baila samba como una carioca experta.
Y a pesar de que Natália se rehusara comportarse como una señorita, su aspecto se tornó atractivo a la par de prominente: al cumplir 15 años de edad rebasaba el 1,70 de estatura, acaparando la atención de propios y ajenos. Entre aquellos, su tía una azafata y mujer de mundo que vio en su sobrina la posibilidad de ser modelo o representante de su país en algún certamen de belleza, confiada que la frescura de Natália bien podría engalanar cualquier campaña de publicidad o pasarela. Así fue como Subtil dejó atrás el calor de Río para emprender vuelo hacia la imponente capital de la moda, Milán, Italia, junto con otras chicas que soñaban con calzarse ropa de diseñador.
“Todas las mañanas iba a la agencia y revisaba la hoja de llamados. A veces había ocho o 10 al día y había que ir a todos, bañadas y sin arreglar, para que cuando fuéramos audicionadas nos vieran al natural y escogieran a la mejor. Era durísimo, debíamos hacer filas eternas, pasar horas sin comer y días sin fichar, pero sabía que no dejé mi país y la comodidad de mi hogar para nada. Yo quería estar en Vogue y un día vi la posibilidad de conseguirlo, ignorando el resto de mis deberes pues mi objetivo era ser la elegida. Recuerdo que delante de mí había cientos de chicas hermosas con rasgos únicos, habilidades incontables y, naturalmente, mis inseguridades de adolescente salieron a relucir. No obstante, hice la prueba y a pesar de no saber italiano, ballet o caminar perfectamente en tacones, conseguí ser la modelo de especial de Belleza y joyas. ¡Me emocioné tanto! No suelo celebrar nada, porque siempre hay que tener buen aspecto para el día siguiente en el trabajo, pero saber que mi empeño había dado frutos y tan pronto fue una señal de que estaba en el lugar correcto”, comenta la ahora también pintora aficionada.
¡Esto es Miami, mami!
De manera que superados los años mozos de instrucción y con mayor madurez profesional, Natália no solo ya tenía un portafolio considerable bajo el brazo, sino que se mantuvo fiel a sus valores al no sumirse en el mundo de las drogas o el alcohol como sucede en la industria. Ella optó por mantener una disciplina de ejercicio, comida casera, poco desvelo y nada de sustancias adictivas, por lo cual pudo sacar el máximo de partido a todas sus estancias, aprendiendo nuevos idiomas, haciendo vínculos fuertes con otras modelos y representantes que la ayudaron a colocarse mejor.
“Yo tenía muy presente que el modelaje era puente para toda clase de cosas fabulosas como una carrera en el cine, teatro o espectáculo en general. En mí país, muchas de las mujeres más famosas e importantes empezaron en este medio y hoy son respetables empresarias, figuras públicas y mucho más, por lo que mantenerme limpia mental y físicamente era una forma de alcanzar mis objetivos”, comenta Subtil. En su familia es la única que pertenece a la industria del entretenimiento, pues su madre es ama de casa, su tía fue sobrecargo, sus abuelos pertenecieron a la milicia así como servidores del tesoro en Río de Janeiro, respectivamente. Por esto, haber iniciado una vida en esta escena no solo era excitante por todo lo que puede ofrecer, sino porque en Brasil las carreras artísticas o afines son muy respetadas como queridas. Entonces, no iba a desperdiciar esta oportunidad en absoluto.
Por lo que el paso natural era volar hacia Estados Unidos donde casi todas las celebridades brasileñas son más que bienvenidas. Asomándose en el horizonte tres posibilidades: Los Ángeles, Nueva York o Miami. La suerte estaba echada: Natália fue llevada por su agencia a Miami, estancia que la hizo dimensionar que ella podía no solo codearse con Alessandra Ambrosio, Adriana Lima o Gisele Bündchen, sino ser una de ellas al formar parte de la historia de Victoria ́s Secret en forma de “ángel”.
“Siempre he tenido muy buena suerte. Me queda clarísimo que tengo una conexión especial con Dios y el universo, porque sin rezar o manifestar mis anhelos más profundos las oportunidades se me presentan. Así tuve mi primer ingreso al desfile de Victoria Secret, primero como asistente y ahora como participante en la campaña de Navidad. En ese momento estaba con unos amigos en un antro, fui a bailar por dos horas antes de irme a dormir, cuando repentinamente un hombre extraño me dijo: ‘Tú vas a ser mi siguiente ángel’. Me dio un papel y me fui. Por lo general, ignoro esa clase de cosas y sigo con mi vida, pero cuando vi la hoja, que en realidad era una invitación al show de Victoria Secret me quise morir”, rememora con algarabía la hoy campeona del concurso de canto de la segunda temporada de ¡Quiero cantar!, reality show del programa matutino Venga la alegría, de TV Azteca.
“En ese momento yo vivía con siete chicas y dos de ellas eran muy cercanas a mí, y les dije: ‘Hagamos un volado, la que gane viene conmigo al desfile’. La fortuna quiso que fuera con la que era más mi amiga, siendo ella la que me comentó: ‘Vamos tarde, se ve mal llegar temprano a eventos como estos’. ¡Error! Se habían cerrado las puertas para ese horario, pero quedaba otro disponible. Fingí demencia y me formé junto a otros cientos de famosos en la fila para ingresar, y cuando pasé los tres filtros me cacharon de colada. Fue entonces que mentí sobre cómo había obtenido el pase en el horario incorrecto. Me iban a sacar de la fila cuando un señor detrás de nosotras nos preguntó a mi amiga y a mí qué sucedía: le contamos y nos dijo que pasaramos con él. Aquel hombre era el dueño del hotel donde se presentaba el show, un industrial árabe acaudalísimo que no solo me permitió ver a el espectáculo aquella noche, sino llevar conmigo a más amigos al evento, a la par de codearme con la élite de Hollywood y Key Biscayne sin reservas”, expresa Subtil, a quien le encantaría que su propia hija persiguiera una carrera en el modelaje tal y como ella hizo, pero acompañándola a todas partes como sucede con otras top models como Karlie Kloss o la misma Adriana Lima.
Aquello solo fue una muestra de lo que su destino estaba por presentarle. Estaba escrito que ella no sería una simple observadora, sino una protagonista ahí donde se perfilara. Fue a partir de este momento que las cosas no solo apuntaban más alto, sino con dirección hacia Japón o México, siendo el segundo país su siguiente parada e, inesperadamente, su segundo hogar.
-Al final de la lluvia, casi a la entrada del otoño, cuando la tierra sedienta había bebido mucho tiempo las aguas de la estación era tiempo de arribar (. . . ).
-No final da chuva, quase no início do outono, quando a terra sedenta já muito bebia as águas da estação, era hora de chegar (. . . ).
Fragmento del poema O caçador de esmeraldas, del escritor parnasiano Olavo Bilac
Todas mis vidas posibles
Tal y como sucede en la obra cumbre de la escritora mexicana Beatriz Rivas, Todas mis vidas posibles, lo que estaba por suceder a Subtil era algo digno de ser narrado, ya que desde antes de aterrizar en tierra azteca, la agencia de la joven –de entonces 23 años– le comentó sobre una posibilidad casi axioma que podría sucederle: “Casi no mandamos modelos brasileñas a México, porque todas se casan de inmediato, por lo cual procura enfocarte en tu carrera y cumplir con tu contrato”. Natália simplemente no lo creyó, pero en menos de lo que canta un gallo no solo había echado raíces rápidamente, sino que se encontró con una vasta comunidad de expatriados en la capital de la República que contaban con toda clase de negocios, entre tiendas, restaurantes y servicios, por lo que Subtil embonó a la perfección en el entorno, conociendo una variedad de personas que la impulsaron en su camino.
“México es el lugar más cálido en el que he vivido fuera de mi país. Voy una vez al año a Brasil y cuando estoy ahí no veo la hora de volver a casa, a mi tranquilidad. Si bien añoro tener la playa cerca, familia y amigos, México ha sido donde me he convertido en la mejor de todas mis versiones posibles”, expresa con gratitud la bella con espíritu gitano, quien no sabe estar quieta y asegura que su próxima parada aún no es clara, pero desea ir de trotamundos junto a su hija en un futuro inmediato.
Se propuso incursionar en todo lo que le sugirieron, desde apariciones breves en televisión, participar en alfombras rojas o buscar libretos en diversas plataformas de entretenimiento que sumaran puntos a su vistoso currículum. Sin embargo, el amor tocó a su puerta y Natália se casó tal y cómo le habían vaticinado en su agenda, con un productor musical, Guido Laris, con el cual no duró mucho tiempo. Él permaneció como un buen amigo aún después de divorciarse, apoyando a Subtil cuando esta quedó en cinta dos años después de Mayer Mori tras haber coincidido en el largometraje de Un padre no tan padre, donde los jóvenes compartieron créditos y algo más.
Tras muchas desavenencias con la prensa y sus famosos suegros (Sergio Mayer y Bárbara Mori), Subtil perdió la fe en sí misma. Calló a su voz interior, esa que siempre la había impulsado a ir más lejos, para tomar las críticas y comentarios nocivos de propios y ajenos como verdaderos. Experimentó uno de los episodios más oscuros de su vida.
“Las críticas hechas hacía mí persona fueron muy severas desde el principio, pero lo fueron aún más cuando posé para Playboy teniendo unos cuantos meses de embarazo de Mila. Yo necesitaba estar activa y salir adelante. La gente es muy cruel cuando te ven vulnerable. Entre tantos comentarios, hubo dos que fueron especialmente hirientes: uno de ellos sobre mi elección para formar un hogar, en el cual se me ‘sugería’ que fuera más selectiva a la hora de escoger con quien me vinculaba, y la segunda, un consejo que sonaba más a sentencia que apoyo: ‘Las madres solteras la tienen muy difícil, nadie quiere una mujer con sorpresa incluida. Vas a batallar mucho para encontrar a un hombre que te quiera y respete a tu hija por igual”’, admite con sentimiento Subtil, quien ahora puede callar bocas con una la mano en la cintura, tal y como lució en la portada de Cosmopolitan, título que le devolvió la confianza y la sonrisa que la caracterizan.
“Estoy convencida de que Mila vino a este mundo a enseñarme algo: mi hija es una fuente ilimitada de conocimientos para mí, más que yo para ella. Nuestro vínculo es especial, algo que viene de tiempo atrás, porque sé que ella y yo hemos estado unidas en vidas pasadas. No me arrepiento en lo absoluto de su concepción y cómo se originó”, expresa Natália, quien es creyente de la reencarnación entre otras manifestaciones espirituales, al comentar que nada de lo que nos sucede es arbitrario, pues son coordenadas que nos mandan nuestros maestros ascendidos para alcanzar la trascendencia.
Hoy la “Sirena de Río” se ve y se siente mejor que nunca. El trabajo arduo y la templanza la volvieron a colocar frente a las páginas de Victoria ́s Secret, pero ahora como imagen de la famosa línea de lencería y no como una espectadora años atrás. El amor le ha vuelto a sonreír, al contar con un hombre excepcional a su lado que la admira y respeta por lo que es, sin importar su pasado, viendo en cambio su excitante porvenir. Finalmente, los tiempos áridos con su familia extendida han cesado para transitar hacia un nuevo capítulo, donde hay una relación saludable para todos.
Atrás quedaron los tiempos de piscis/crisis, para dar cabida a un presente en el que se vislumbra vientos en popa a la par de puertos más nobles.
Me perdí en su mirada, es que el color de sus ojos me encantaba. No eran azules ni verdes. Eran color café, café del que quita el sueño, café que produce desvelos.
Me perdi no olhar dele, adorei a cor dos seus olhos. Eles não eram azuis ou verdes. Eram marrons, café que te mantém acordado, café que causa insônia.
Mario Benedetti, Antología poética
★
Estrella NATÁLIA SUBTIL ★ Fotografías ERNESTO AYALA
Peinado y maquillaje KARIANA MARTÍNEZ para STILA, ORLANE y NASHI★Texto CAROLINA M. PAYÁN Estilismo MICHEL MEDINA MARTÍNEZ ★ Corrección de estilo JOSÉ ANTONIO BLASCO C.
Anclada únicamente a las estrellas en el cielo abierto, Natália Subtil agita su melena y corazón a ritmo propio. Una brújula que no conoce direcciones, mas –en cambio– sí mapas de aventuras por vivir y realizaciones por contar.
Como toda buena sirena, su naturaleza es la de fluir y forjarse un temple mientras surca las tempestades que se le oponen. No obstante, entre huracanes y naufragios, la hermosa “Garota de Río” ha conquistado la cresta de las olas al ser portada de las mejores revistas de moda de
México y el extranjero, tipo Vogue, Cosmopolitan o Coquette. Asimismo se ha ganado un espacio bajo los reflectores como presentadora de televisión abierta en Venga la alegría, a la par de convertirse en modelo y embajadora de firmas de lujo como Fendi y Victoria Secret, entre otras que han confiado en el carisma natural de la ahora mexicana desde muy corta edad.
Sin embargo, en su ascenso no todo han sido caminos allanados, al contrario. Sus pasos son los de un envalentonado explorador, cuyo régimen solo conoce el objetivo de arrebatar al Olimpo y a Neptuno el triunfo. Y es que, luego de ser madre soltera de la jovencísima influencer Mila Mayer, hoy de siete años, su vida cambió súbitamente en el año 2016 al atravesar una depresión posparto prolongada, luego de separarse de su entonces pareja sentimental: Sergio Mayer Mori. Este romance escandalizó a los medios locales al ser, la también cantante, una década mayor que el actor, el cual –en ese entonces– tenía 19 años. Aunado a ello, los tiempos de estrechez económica no se hicieron esperar, poniendo de cara a la trigueña a toda clase de incertidumbres que emergen cuando creemos que hemos tocado fondo.
En ese espiral de eventos, Subtil jamás se quebrantó. Incontables fueron las críticas y reproches que hicieron a la también modelo de Playboy sobre su vida personal como profesional, entre ellos el más doloroso de todos: renunciar a ser mujer (y lo que ello conlleva), para existir únicamente en el formato de madre abnegada. Comentarios hirientes de “personas bien intencionadas”, aseguraban que la intérprete de la cinta mexicana Un padre no tan padre ya no tendría derecho a ser amada por ningún otro hombre, a la par de claudicar a sus sueños de llegar a la cumbre de las pasarelas y portadas, ahora que su cuerpo y vida habían cambiado, para dedicarse exclusivamente a ser madre y cuidadora.
Con esfuerzo, pero sin olvidar quién era ella y de lo que es capaz de alcanzar, Subtil otra vez se lanzó a la faena como lo había hecho mil veces atrás, pero con la (pequeña) diferencia que ahora le acompañaba la experiencia y el amor incondicional de Mila, dos llaves que la impulsaron a tocar las puertas más disímiles de todas, arrojándola a los mejores horizontes imaginados jamás. Así lo hizo en su juventud temprana, cuando dejó suelo carioca atrás para conquistar al exigente público de Milán, Miami y México.
La vida antes de los fresneles
São as águas de março fechando o verão – Son las aguas de marzo cerrando el verano É a promessa de vida no teu coração – Es la promesa de vida en tu corazón.
…
Tom Jombin, Aguas de Março
Con esa canción de fondo a 40o centígrados sobre las costas de Río de Janeiro, transcurría apaciblemente la vida de Natália, una joven diferente a las demás chicas de su edad quienes ya se maquillaban y alistaban para salir con sus novios a la primera línea de playa al ponerse el atardecer. En cambio Subtil, lejos de los baños del sol permanecía en casa, jugando con muñecas mientras aprendía español con las canciones de RBD, donde los personajes ficticios de Mia Colucci (Anahí), Lupita Fernández (Maite Perroni) y Roberta Pardo (Dulce María) le enseñaban los sinsabores del amor.
Ven, bésame sin miedo, con el corazón — Venha, me beije sem medo, com seu coração Dame un beso que me lleve hasta el sol — Dê-me um beijo que me levará ao sol Bésame sin miedo, sin explicación — Beije-me sem medo, sem explicação
Dame un beso que me llene de tu amor — Me dê um beijo que me encha do seu amor Bésame sin miedo como si fuera el último — Beije-me sem medo como se fosse o último …
RBD, Bésame sin miedo
“Siempre fui muy niña y no pensaba todavía en trabajar o dedicarme a cualquier otra cosa como modelaje o actuación, me gustaba colorear y pintar en cuadernillos, justo como hace mi hija Mila ahora. Así se me iban las horas y los días jugando a los 14 años de edad con muñecas en forma de bebés a puerta cerrada, me daba pena que mis amigos supieran eso de mí. Ellos ya se daban su primer beso a orillas del mar y yo jugaba a la casita”, afirma Subtil entre risas y recuerdos, misma que aprendió más de las novelas de Televisa que de los libros escolares.
En ese sentido, Natália no fue la única en experimentar en carne propia la “RBD manía”, pues múltiples generaciones de jóvenes alrededor del mundo abrazaron el melodrama y canciones de la agrupación como representantes de su sentir. Irónicamente, 22 años a la distancia de ese evento, la brasilera no solo habla perfectamente español, sino que es amiga de uno de los miembros de la banda, Christopher Uckermann, a la par de sostenerse como fiel admiradora de los histriones, a los cuales ha podido ver en repetidas ocasiones, extendiendo su entusiasmo por los artistas a su pequeñita, pues habla fluidamente portugués y baila samba como una carioca experta.
Y a pesar de que Natália se rehusara comportarse como una señorita, su aspecto se tornó atractivo a la par de prominente: al cumplir 15 años de edad rebasaba el 1,70 de estatura, acaparando la atención de propios y ajenos. Entre aquellos, su tía una azafata y mujer de mundo que vio en su sobrina la posibilidad de ser modelo o representante de su país en algún certamen de belleza, confiada que la frescura de Natália bien podría engalanar cualquier campaña de publicidad o pasarela. Así fue como Subtil dejó atrás el calor de Río para emprender vuelo hacia la imponente capital de la moda, Milán, Italia, junto con otras chicas que soñaban con calzarse ropa de diseñador.
“Todas las mañanas iba a la agencia y revisaba la hoja de llamados. A veces había ocho o 10 al día y había que ir a todos, bañadas y sin arreglar, para que cuando fuéramos audicionadas nos vieran al natural y escogieran a la mejor. Era durísimo, debíamos hacer filas eternas, pasar horas sin comer y días sin fichar, pero sabía que no dejé mi país y la comodidad de mi hogar para nada. Yo quería estar en Vogue y un día vi la posibilidad de conseguirlo, ignorando el resto de mis deberes pues mi objetivo era ser la elegida. Recuerdo que delante de mí había cientos de chicas hermosas con rasgos únicos, habilidades incontables y, naturalmente, mis inseguridades de adolescente salieron a relucir. No obstante, hice la prueba y a pesar de no saber italiano, ballet o caminar perfectamente en tacones, conseguí ser la modelo de especial de Belleza y joyas. ¡Me emocioné tanto! No suelo celebrar nada, porque siempre hay que tener buen aspecto para el día siguiente en el trabajo, pero saber que mi empeño había dado frutos y tan pronto fue una señal de que estaba en el lugar correcto”, comenta la ahora también pintora aficionada.
¡Esto es Miami, mami!
De manera que superados los años mozos de instrucción y con mayor madurez profesional, Natália no solo ya tenía un portafolio considerable bajo el brazo, sino que se mantuvo fiel a sus valores al no sumirse en el mundo de las drogas o el alcohol como sucede en la industria. Ella optó por mantener una disciplina de ejercicio, comida casera, poco desvelo y nada de sustancias adictivas, por lo cual pudo sacar el máximo de partido a todas sus estancias, aprendiendo nuevos idiomas, haciendo vínculos fuertes con otras modelos y representantes que la ayudaron a colocarse mejor.
“Yo tenía muy presente que el modelaje era puente para toda clase de cosas fabulosas como una carrera en el cine, teatro o espectáculo en general. En mí país, muchas de las mujeres más famosas e importantes empezaron en este medio y hoy son respetables empresarias, figuras públicas y mucho más, por lo que mantenerme limpia mental y físicamente era una forma de alcanzar mis objetivos”, comenta Subtil. En su familia es la única que pertenece a la industria del entretenimiento, pues su madre es ama de casa, su tía fue sobrecargo, sus abuelos pertenecieron a la milicia así como servidores del tesoro en Río de Janeiro, respectivamente. Por esto, haber iniciado una vida en esta escena no solo era excitante por todo lo que puede ofrecer, sino porque en Brasil las carreras artísticas o afines son muy respetadas como queridas. Entonces, no iba a desperdiciar esta oportunidad en absoluto.
Por lo que el paso natural era volar hacia Estados Unidos donde casi todas las celebridades brasileñas son más que bienvenidas. Asomándose en el horizonte tres posibilidades: Los Ángeles, Nueva York o Miami. La suerte estaba echada: Natália fue llevada por su agencia a Miami, estancia que la hizo dimensionar que ella podía no solo codearse con Alessandra Ambrosio, Adriana Lima o Gisele Bündchen, sino ser una de ellas al formar parte de la historia de Victoria ́s Secret en forma de “ángel”.
“Siempre he tenido muy buena suerte. Me queda clarísimo que tengo una conexión especial con Dios y el universo, porque sin rezar o manifestar mis anhelos más profundos las oportunidades se me presentan. Así tuve mi primer ingreso al desfile de Victoria Secret, primero como asistente y ahora como participante en la campaña de Navidad. En ese momento estaba con unos amigos en un antro, fui a bailar por dos horas antes de irme a dormir, cuando repentinamente un hombre extraño me dijo: ‘Tú vas a ser mi siguiente ángel’. Me dio un papel y me fui. Por lo general, ignoro esa clase de cosas y sigo con mi vida, pero cuando vi la hoja, que en realidad era una invitación al show de Victoria Secret me quise morir”, rememora con algarabía la hoy campeona del concurso de canto de la segunda temporada de ¡Quiero cantar!, reality show del programa matutino Venga la alegría, de TV Azteca.
“En ese momento yo vivía con siete chicas y dos de ellas eran muy cercanas a mí, y les dije: ‘Hagamos un volado, la que gane viene conmigo al desfile’. La fortuna quiso que fuera con la que era más mi amiga, siendo ella la que me comentó: ‘Vamos tarde, se ve mal llegar temprano a eventos como estos’. ¡Error! Se habían cerrado las puertas para ese horario, pero quedaba otro disponible. Fingí demencia y me formé junto a otros cientos de famosos en la fila para ingresar, y cuando pasé los tres filtros me cacharon de colada. Fue entonces que mentí sobre cómo había obtenido el pase en el horario incorrecto. Me iban a sacar de la fila cuando un señor detrás de nosotras nos preguntó a mi amiga y a mí qué sucedía: le contamos y nos dijo que pasaramos con él. Aquel hombre era el dueño del hotel donde se presentaba el show, un industrial árabe acaudalísimo que no solo me permitió ver a el espectáculo aquella noche, sino llevar conmigo a más amigos al evento, a la par de codearme con la élite de Hollywood y Key Biscayne sin reservas”, expresa Subtil, a quien le encantaría que su propia hija persiguiera una carrera en el modelaje tal y como ella hizo, pero acompañándola a todas partes como sucede con otras top models como Karlie Kloss o la misma Adriana Lima.
Aquello solo fue una muestra de lo que su destino estaba por presentarle. Estaba escrito que ella no sería una simple observadora, sino una protagonista ahí donde se perfilara. Fue a partir de este momento que las cosas no solo apuntaban más alto, sino con dirección hacia Japón o México, siendo el segundo país su siguiente parada e, inesperadamente, su segundo hogar.
-Al final de la lluvia, casi a la entrada del otoño, cuando la tierra sedienta había bebido mucho tiempo las aguas de la estación era tiempo de arribar (. . . ).
-No final da chuva, quase no início do outono, quando a terra sedenta já muito bebia as águas da estação, era hora de chegar (. . . ).
Fragmento del poema O caçador de esmeraldas, del escritor parnasiano Olavo Bilac
Todas mis vidas posibles
Tal y como sucede en la obra cumbre de la escritora mexicana Beatriz Rivas, Todas mis vidas posibles, lo que estaba por suceder a Subtil era algo digno de ser narrado, ya que desde antes de aterrizar en tierra azteca, la agencia de la joven –de entonces 23 años– le comentó sobre una posibilidad casi axioma que podría sucederle: “Casi no mandamos modelos brasileñas a México, porque todas se casan de inmediato, por lo cual procura enfocarte en tu carrera y cumplir con tu contrato”. Natália simplemente no lo creyó, pero en menos de lo que canta un gallo no solo había echado raíces rápidamente, sino que se encontró con una vasta comunidad de expatriados en la capital de la República que contaban con toda clase de negocios, entre tiendas, restaurantes y servicios, por lo que Subtil embonó a la perfección en el entorno, conociendo una variedad de personas que la impulsaron en su camino.
“México es el lugar más cálido en el que he vivido fuera de mi país. Voy una vez al año a Brasil y cuando estoy ahí no veo la hora de volver a casa, a mi tranquilidad. Si bien añoro tener la playa cerca, familia y amigos, México ha sido donde me he convertido en la mejor de todas mis versiones posibles”, expresa con gratitud la bella con espíritu gitano, quien no sabe estar quieta y asegura que su próxima parada aún no es clara, pero desea ir de trotamundos junto a su hija en un futuro inmediato.
Se propuso incursionar en todo lo que le sugirieron, desde apariciones breves en televisión, participar en alfombras rojas o buscar libretos en diversas plataformas de entretenimiento que sumaran puntos a su vistoso currículum. Sin embargo, el amor tocó a su puerta y Natália se casó tal y cómo le habían vaticinado en su agenda, con un productor musical, Guido Laris, con el cual no duró mucho tiempo. Él permaneció como un buen amigo aún después de divorciarse, apoyando a Subtil cuando esta quedó en cinta dos años después de Mayer Mori tras haber coincidido en el largometraje de Un padre no tan padre, donde los jóvenes compartieron créditos y algo más.
Tras muchas desavenencias con la prensa y sus famosos suegros (Sergio Mayer y Bárbara Mori), Subtil perdió la fe en sí misma. Calló a su voz interior, esa que siempre la había impulsado a ir más lejos, para tomar las críticas y comentarios nocivos de propios y ajenos como verdaderos. Experimentó uno de los episodios más oscuros de su vida.
“Las críticas hechas hacía mí persona fueron muy severas desde el principio, pero lo fueron aún más cuando posé para Playboy teniendo unos cuantos meses de embarazo de Mila. Yo necesitaba estar activa y salir adelante. La gente es muy cruel cuando te ven vulnerable. Entre tantos comentarios, hubo dos que fueron especialmente hirientes: uno de ellos sobre mi elección para formar un hogar, en el cual se me ‘sugería’ que fuera más selectiva a la hora de escoger con quien me vinculaba, y la segunda, un consejo que sonaba más a sentencia que apoyo: ‘Las madres solteras la tienen muy difícil, nadie quiere una mujer con sorpresa incluida. Vas a batallar mucho para encontrar a un hombre que te quiera y respete a tu hija por igual”’, admite con sentimiento Subtil, quien ahora puede callar bocas con una la mano en la cintura, tal y como lució en la portada de Cosmopolitan, título que le devolvió la confianza y la sonrisa que la caracterizan.
“Estoy convencida de que Mila vino a este mundo a enseñarme algo: mi hija es una fuente ilimitada de conocimientos para mí, más que yo para ella. Nuestro vínculo es especial, algo que viene de tiempo atrás, porque sé que ella y yo hemos estado unidas en vidas pasadas. No me arrepiento en lo absoluto de su concepción y cómo se originó”, expresa Natália, quien es creyente de la reencarnación entre otras manifestaciones espirituales, al comentar que nada de lo que nos sucede es arbitrario, pues son coordenadas que nos mandan nuestros maestros ascendidos para alcanzar la trascendencia.
Hoy la “Sirena de Río” se ve y se siente mejor que nunca. El trabajo arduo y la templanza la volvieron a colocar frente a las páginas de Victoria ́s Secret, pero ahora como imagen de la famosa línea de lencería y no como una espectadora años atrás. El amor le ha vuelto a sonreír, al contar con un hombre excepcional a su lado que la admira y respeta por lo que es, sin importar su pasado, viendo en cambio su excitante porvenir. Finalmente, los tiempos áridos con su familia extendida han cesado para transitar hacia un nuevo capítulo, donde hay una relación saludable para todos.
Atrás quedaron los tiempos de piscis/crisis, para dar cabida a un presente en el que se vislumbra vientos en popa a la par de puertos más nobles.
Me perdí en su mirada, es que el color de sus ojos me encantaba. No eran azules ni verdes. Eran color café, café del que quita el sueño, café que produce desvelos.
Me perdi no olhar dele, adorei a cor dos seus olhos. Eles não eram azuis ou verdes. Eram marrons, café que te mantém acordado, café que causa insônia.
Mario Benedetti, Antología poética
★
Estrella NATÁLIA SUBTIL ★ Fotografías ERNESTO AYALA
Peinado y maquillaje KARIANA MARTÍNEZ para STILA, ORLANE y NASHI★Texto CAROLINA M. PAYÁN Estilismo MICHEL MEDINA MARTÍNEZ ★ Corrección de estilo JOSÉ ANTONIO BLASCO C.