Los conflictos son parte de la vida; no es una actitud pesimista, sino una realidad, entonces, empecemos por encontrar las herramientas y actividades que nos ayuden a relajarnos
Primero es importante separar al estrés que es natural en el ser humano porque nos permite estar alertas y en acción, del distrés que, si se mantiene durante un periodo de tiempo, genera afectaciones en nuestra salud manifestándose principalmente con irritabilidad emocional, dolores de cabeza, mala memoria, pérdida de energía, insomnio, problemas sexuales y malestares estomacales como diarrea, gastritis o colitis.
La pregunta del millón es: ¿Cómo me ayudo?
- Realiza ejercicios de respiración. Si colocas una mano sobre tu abdomen te permitirá estar más conectado con tu propio cuerpo.
- Muévete. Está comprobado que la actividad física mejora la salud y la sensación de bienestar en general; aumenta las endorfinas y mejora tu estado de ánimo. Muchas veces la excusa perfecta es que te sientes muy cansada, pero si te esfuerzas un poquito por iniciar descubrirás que valió la pena; aunque si realmente te sientes agotada ¡Camina! Estar en contacto con el ambiente te ayudará muchísimo.
- Mindfulness. En Spotify y Youtube hay miles de audios que sirven de guía para relajarte y alejarte de pensamientos negativos.
- Comparte. Pasar tiempo con personas tranquilas y alegres es una gran medicina. Platicar con familiares o amigos de cómo te sientes te ayudará a liberar tensión; de ahí es fácil que pasen a temas más amenos y termines apoderándote de los beneficios de la risa.
¡Tranquila! El estrés no es el enemigo, es común sentirlo, solo procura darte a ti misma esos momentos de paz que también te mereces y siempre están a tu alcance. ★
Fotografías: cortesía de Pexels.
Los conflictos son parte de la vida; no es una actitud pesimista, sino una realidad, entonces, empecemos por encontrar las herramientas y actividades que nos ayuden a relajarnos
Primero es importante separar al estrés que es natural en el ser humano porque nos permite estar alertas y en acción, del distrés que, si se mantiene durante un periodo de tiempo, genera afectaciones en nuestra salud manifestándose principalmente con irritabilidad emocional, dolores de cabeza, mala memoria, pérdida de energía, insomnio, problemas sexuales y malestares estomacales como diarrea, gastritis o colitis.
La pregunta del millón es: ¿Cómo me ayudo?
★ Realiza ejercicios de respiración. Si colocas una mano sobre tu abdomen te permitirá estar más conectado con tu propio cuerpo.
★ Muévete. Está comprobado que la actividad física mejora la salud y la sensación de bienestar en general; aumenta las endorfinas y mejora tu estado de ánimo. Muchas veces la excusa perfecta es que te sientes muy cansada, pero si te esfuerzas un poquito por iniciar descubrirás que valió la pena; aunque si realmente te sientes agotada ¡Camina! Estar en contacto con el ambiente te ayudará muchísimo.
★ Mindfulness. En Spotify y Youtube hay miles de audios que sirven de guía para relajarte y alejarte de pensamientos negativos.
★ Comparte. Pasar tiempo con personas tranquilas y alegres es una gran medicina. Platicar con familiares o amigos de cómo te sientes te ayudará a liberar tensión; de ahí es fácil que pasen a temas más amenos y termines apoderándote de los beneficios de la risa.
¡Tranquila! El estrés no es el enemigo, es común sentirlo, solo procura darte a ti misma esos momentos de paz que también te mereces y siempre están a tu alcance. ★
Fotografías: cortesía de Pexels.